El guerrillero de las FARC conocido por el alias de “Emiro Chaqueto”, quien fue parte de la delegación de ese grupo armado en los diálogos con el Gobierno, en Cuba, murió en un bombardeo de la Fuerza Aérea en el municipio de Riosucio, departamento del Chocó, el lunes, en el mismo ataque en el que falleció el máximo jefe del bloque noroccidental de las FARC, Alfredo Alarcón Machado, alias “Román Ruiz”, confirmaron ayer fuentes castrenses.
Por su parte, el comandante Pastor Alape, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, informó ayer a la prensa en La Habana que el comandante Jairo Martínez, de 63 años y cuyo nombre real era Pedro Nel Daza Martínez, otro integrante de la delegación de paz, falleció el jueves en otro ataque militar. Alape también confirmó ayer la muerte de “Román Ruiz”.
40 guerrilleros de las FARC han muerto en tres incursiones militares en Cauca, Antioquia y Chocó, semanas después de que 11 militares perecieran en una emboscada rebelde en medio de una tregua de la guerrilla.
Martínez y otros delegados de paz, había regresado a Colombia para explicarles a los combatientes los alcances de los acuerdos parciales logrados en las negociaciones, que buscan poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo.
Los tres duros golpes militares contra las FARC en estos últimos días, han causado una turbulencia en las negociaciones de paz.
La dificultad fue reconocida ayer por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en un discurso que dio en el municipio de Montelíbano, en el departamento caribeño de Córdoba.
“Ahora que estamos pasando por una tempestad en el proceso de paz, que la guerrilla dijo que iba a terminar su cese al fuego unilateral, que espero que también sea pasajero, nosotros vamos a perseverar, pero mientras tanto ustedes no bajen la guardia”, recomendó a los jefes militares.
Los ataques militares, lanzados luego de que Santos reanudara los bombardeos a las FARC tras la emboscada a soldados, llevaron a la guerrilla a suspender su tregua unilateral, en vigor desde diciembre.
Sin condiciones
Desde su inicio en noviembre de 2012, las negociaciones en Cuba se desarrollaron en medio de hostilidades en Colombia, pero la tregua de las FARC y la suspensión de los bombardeos del Gobierno habían reducido los combates y las bajas, que ahora han vuelto a aumentar.
El comandante de las FARC, Pastor Alape, desestimó ayer que los ataques militares conduzcan a las FARC a aceptar las condiciones del Gobierno en las negociaciones, en las que desacuerdos sobre justicia han impedido cerrar la discusión sobre reparación de las víctimas.
Algo similar expresó desde las montañas de Colombia la cúpula de las FARC al afirmar que un acuerdo de paz debe ser logrado “como el concierto de dos voluntades, y no como el sometimiento de una de ellas al imperio de la que se considera más fuerte”.
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