Las autoridades sanitarias de Panamá, El Salvador y Honduras mantienen alerta epidemiológica ante la posible llegada del virus Zika a Centroamérica; mientras en Nicaragua el Ministerio de Salud (Minsa) todavía no se pronuncia al respecto ni brinda las recomendaciones básicas a la población para enfrentar la enfermedad.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica de infección del virus Zika desde el pasado 7 de mayo.
El mosquito Aedes aegypti es el responsable de transmitir este nuevo virus, así como el dengue y el chikungunya.
“Dada la presencia del mosquito transmisor de la enfermedad en la Región de las Américas y ante la gran movilidad de personas dentro y fuera de la región, existen las condiciones apropiadas para la diseminación del virus Zika en las Américas”, dice la OPS en su comunicado.
Además el organismo internacional aclaró que hasta el momento no se ha informado sobre ninguna muerte atribuida a la infección por virus Zika en ninguno de los brotes registrados.
La OPS pidió reforzar las recomendaciones previas emitidas sobre enfermedades transmitidas por el mismo vector (el mosquito Aedes aegypti) tales como dengue, chikungunya. “Urge a los Estados Miembros en los que circula el mosquito a que continúen con sus esfuerzos para implementar una estrategia efectiva de comunicación con la población para reducir la densidad del vector”, señaló la OPS.
El virus Zika fue aislado por primera vez en 1947 en muestras de sangre de monos del bosque Zika (Uganda), utilizados en proyectos para controlar la fiebre amarilla. Aunque la infección en seres humanos se demostró por estudios serológicos en 1952.
EN PANAMÁ
La directora nacional de Salud, Itza Barahona de Mosca, explicó al diario La Prensa de Panamá que fueron advertidos por la Organización Panamericana de la Salud sobre la presencia en la región del virus Zika. Además destacó que en Panamá se activaron las alertas sanitarias dado que es un país de tránsito.
Además en El Salvador, Violeta Menjívar, ministra de Salud, anunció a periodistas de dicho país centroamericano la posible llegada al país de la fiebre Zika, que se transmite por un virus similar al del chikungunya y el dengue.
Además hizo un llamado a eliminar los criaderos para prevenir la fiebre, ya que afecta a todas las edades, siendo los más vulnerables los niños, los adultos mayores y las mujeres embarazadas, aunque no se registran víctimas fatales.
HONDURAS TAMBIÉN ALERTA
Las autoridades sanitarias hondureñas también están en alerta epidemiológica. “Tenemos que prepararnos para este virus, es una enfermedad similar al dengue y el chikunguña (chikungunya) y es transmitida por el mismo vector”, dijo a periodistas la ministra de Salud de Honduras, Yolany Batres.
Además destacó que en Honduras “hay un ambiente favorable” para la llegada del virus endémico, debido al alarmante aumento de casos de dengue y chikungunya en el país centroamericano.
Honduras contabiliza este año más de 26,000 casos de infecciones por chikungunya.
El epidemiólogo hondureño Tito Alvarado, por su parte, dijo a periodistas de su país que el Zika representa “un potencial problema” para Centroamérica por la alta cantidad de mosquitos que hay en la región.
“Aunque este continente (americano) no ha sido invadido, es una amenaza que está latente por tener mosquitos en gran cantidad y por mantener una situación descontrolada del zancudo en nuestras casas”, enfatizó el especialista.
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brasileños han contraído este año el Zika, confirmó a mediados de mayo el Gobierno de Brasil. Los pacientes afectados por el virus presentan síntomas similares al dengue y el chikungunya.
EL TRATAMIENTO
No hay vacuna ni tratamiento específico para la fiebre por virus Zika. Por ello el tratamiento es fundamentalmente sintomático, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El tratamiento sintomático y de soporte incluye reposo y el uso de acetaminofén o paracetamol para el alivio de la fiebre.
No se aconseja el uso de aspirina debido al riesgo de sangrado en los pacientes.
Se debe aconsejar a los pacientes ingerir abundantes cantidades de líquidos para reponer la depleción por sudoración, vómitos y otras pérdidas insensibles.
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