“La medicina resultó peor que la enfermedad”, aseguran los vecinos de las dos calles ubicadas una cuadra abajo de la Estación de Bomberos, en Masaya.
Desde hace unas semanas la calle es nueva, pero gran parte de las aceras quedaron destruidas. Las lluvias de los últimos días las socavaron más.
“Esta calle es céntrica. Es muy importante porque es de accesos a panadería, el cuerpo de bomberos, salón de belleza, colegio, universidad, de todo. La verdad es una vergüenza que se haga una inauguración con todo a medio terminar”. Amalia Hueck, pobladora.
Según los vecinos, el problema comenzó en enero, cuando sin previo aviso llegaron trabajadores de la Alcaldía de esta ciudad con maquinarias a arrancar los adoquines de la dos cuadras, durante el trabajo, parte de las aceras fueron arrancadas, y la calle quedó así durante los meses restantes. Para colmo, dicen, ubicaron unas enormes piedras para bloquear las entradas.
“Ellos (los trabajadores) vinieron, hicieron y deshicieron a su antojo y ni siquiera cumplieron en tiempo y forma, como se cumple un proyecto, porque tenemos varios meses y esta calle sigue cerrada”, se quejó Heyling Villalobos.
Amalia Hueck Navarro, coordinadora de estas dos cuadras, manifestó que han enviado comunicación a la municipalidad, para que no les acorten las aceras, además que les construyan bordillos a las calles para que no queden desbaratadas. Los vecinos dijeron que la lucha ha sido que les reconstruyan las aceras, porque los habitantes invirtieron mucho construyéndolas.
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