¿Dónde están 290,000 cabezas de ganado? Es la pregunta que los industriales y productores demandan al gobierno que responda. Aunque persisten las diferencias entre los representantes de los mataderos y los productores sobre que toda esa cantidad de reses haya salido por contrabando, coinciden en que el hato nacional se ha reducido los dos últimos años y compromete la sostenibilidad del sector.
Dejando los temas del precio de compra por animal a las negociaciones privadas, los representantes de la Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (Canicarne) y de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic) emitieron ayer un comunicado donde solicitan al Gobierno con urgencia nombre una comisión para encontrar soluciones a los problemas de la ganadería.
Raúl Barrios, presidente de Canicarne, aseguró que los mataderos operan al cincuenta por ciento de su capacidad instalada por la reducción en la matanza de animales debido a la escasez.
Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), dijo que el cambio climático afecta el celo de las vacas y con ello la parición, además que el incremento en el sacrificio de las hembras reproductoras son factores que tienen que ver con el decrecimiento de la ganadería.
Salvador Castillo y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente de Faganic, respectivamente, junto con Upanic señalaron que no debe seguir señalándose que el contrabando de ganado se vincula al narcotráfico porque se manda el mensaje a nivel internacional que en Nicaragua es fácil cometer ese delito.
El comunicado emitido ayer lo firmaron Faganic, Canicarne Upanic, Canicarne, APEN y el Cosep. En el documento piden al Gobierno no restringir las exportaciones de ganado en pie que cumplan con las leyes, además agilizar los trámites sanitarios, aduaneros y fiscales para las ventas externas de ganado y carne. También exigen detener la sobrevaloración de los animales exportados.
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