Aunque las estadísticas oficiales reportan que al menos en los últimos dos a tres años ha habido un descenso en diferentes modalidades del delito, en el país al igual que a nivel global existe una tendencia al crecimiento de la actividad delictiva.
Lo anterior es el criterio de la directora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), Elvira Cuadra. Según las cifras oficiales, existe una reducción de la tasa de homicidios a 8.3 muertes por cada cien mil habitantes, como dijo recientemente la jefa de facto de la Policía, primera comisionada Aminta Granera, pero las encuestas revelan que la percepción de inseguridad de los ciudadanos ha aumentado en los últimos años.
Y es que, según Cuadra, en Nicaragua y sobre todo en Centroamérica, usualmente esa tasa sirve como indicador único para medir la seguridad. Y precisamente, señala Cuadra, la última encuesta presentada en mayo pasado, reveló la percepción de preocupación por parte de la población por los homicidios, pues pasó del 2 al 30 por ciento. “Es un incremento más que significativo en la percepción de inseguridad”, comentó Cuadra, quien aclaró que las encuestas del Ieepp buscan medir el sentimiento de seguridad o inseguridad de las personas y no son de victimización.
“CIFRAS MAQUILLADAS”
Ayer el Ieepp promovió el foro Previniendo las violencias en Nicaragua, a través del cual diferentes organizaciones de la sociedad civil expusieron la labor que realizan en diferentes ámbitos con el fin de prevenir la violencia.
El general en retiro Hugo Torres, asistente al mismo, discrepó de las cifras oficiales como son las de la tasa de homicidio existente en el país. “Es un esfuerzo permanente de maquillaje de las cifras”, dijo Torres, quien no cree que los homicidios pudieran haber bajado en Nicaragua “de un romplón en pocos años, (al pasar) de un 14 (…) a 8.3 (por cada cien mil habitantes), eso para mí no es creíble y obedece más bien a un objetivo político de vender esa percepción de seguridad”.
Torres considera que la cifra negra o el subregistro es una realidad en el país.
“Yo le agregaría un elemento, que podría considerarse político si se quiere, que es el maquillaje de las cifras, aquí estamos en presencia de un régimen que trata de vender por todos los medios hacia el exterior que Nicaragua es el país más seguro y que por lo tanto es bueno para la inversión, tratando de ocultar con esto la sistemática violación a la Constitución y a las leyes y al abuso de poder”, indicó Torres.
ESCALADA VIOLENTA
El director del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Mauro Ampié, expresó que en 2014 esa organización detectó una escalada de violencia preocupante.
El Cenidh observó además la represión contra las protestas, detención ilegal y violación al debido proceso, entre otros, dijo Ampié.
Recordó Ampié que el año pasado la Policía Nacional fue la principal autoridad denunciada, con un buen porcentaje de incremento en las denuncias presentadas y en la gravedad de las mismas.
La incidencia que en toda esta situación tiene el debilitamiento de las instituciones relacionadas con la justicia en el país también fue señalada por Ampié, que según dijo: “Contribuye a que se desmorone esa percepción de seguridad jurídica que deberíamos tener los nicaragüenses”.
Y apuntó que el caso de la explosión de la mochila bomba sigue sin ser esclarecido.
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