Donald Trump
Es preocupante oír a un empresario exitoso y precandidato presidencial, como Donald Trump, expresar como parte de su campaña comentarios llenos de racismo, odio y menosprecio para las personas que en su mente “prodigiosa” considera inferiores.
Tomar en serio la postulación a un “aprendiz” político como Trump es perder el tiempo; él encarna la ultraderecha del partido republicano y su condición de millonario, dueño de la franquicia de Miss Universo y exitoso en bienes raíces, no lo acreditan con un capital político que le permita ser exitoso en este campo. Comentarios como estos únicamente ayudan a los demócratas y si la presidencia quedara en manos de la señora Hilary Clinton, lo que probablemente veríamos, es un énfasis muy grande en el importantísimo tema de “prosperidad compartida”, así como programas sociales que ayuden a solucionar o mitigar las inequidades que aún persisten en los Estados Unidos (EE. UU.) y sin lugar a dudas la creación del ambiente necesario que coadyuve a la disminución de los problemas raciales.
El crecimiento económico de las naciones tiene que ser justamente compartido para corregir la desigual brecha económica existente entre ricos y pobres. La injusta distribución de riqueza exige cambios acelerados, en la dirección correcta, con paso firme y que estos se solidifiquen a través del tiempo.
Es muy preocupante que el racismo en los EE. UU. está latente, evidenciado por la reiterada violencia policial contra minorías raciales y el doloroso caso de la matanza de nueve afroamericanos en la simbólica iglesia de Madre Emanuel de Charleston, Carolina del Sur.
Durante los sesenta la segregación racial fue devastadora, intolerable e insostenible producto de años de discriminación continua desde la esclavitud, pero gracias a la presión social y a la voluntad política, la Ley de Derechos Civiles que protege a las minorías fue promulgada en 1964, constituyendo un hito histórico sin precedentes y estableciendo la bases para un futuro promisorio en los asuntos raciales.
Recuerdo con tristeza profunda cuando hablando de la discriminación un buen amigo gringo me dijo con lágrimas en sus ojos que las leyes antidiscriminación estaban muy bien, pero que desde niño él había sido “condicionado” a despreciar a los negros y aunque a nivel racional él estaba seguro que la discriminación no se podía justificar bajo ningún punto de vista, le costaba no hacerlo, pero que tendría la valentía y voluntad de actuar correctamente.
La elección de Barack Obama es prueba fehaciente que las cosas han mejorado considerablemente. Creo que el repunte de violencia racial reciente es transitorio y puede ser atribuido a una minoría que no representa el sentir general de la mayoría de la población estadounidense. Sin embargo, la discriminación aún persiste y siendo injusta, amoral y deshumanizante, debe ser desalojada de las mentes y corazones, y las leyes que protegen a las minorías raciales deben ser aplicadas con todo su rigor.
Ricardo Serrano Quant
Premiando antivalores
En Nicaragua, la irresponsabilidad de las personas que desempeñan cargos públicos y tienen la potestad de otorgar reconocimientos a personas que con su ejemplo y forma de actuar han dado gloria a nuestro país, es imperdonable. No son coherentes. No es posible que se estén otorgando medallas o reconocimientos a personas que están lejos de merecerlos, individuos que campantemente se vanaglorian de sus malas acciones. Simplemente no merecen ser tomados en cuenta.
La persona a la que me refiero estuvo involucrada en un escándalo de violación sexual y no es un invento, fue del dominio público. Además salió en los diarios y en televisión tomando cerveza y fumando cigarrillos en una actitud irresponsable y con cara de cínico diciendo que eso no le afectaba en lo absoluto, sacando pecho de su vocabulario soez y vulgar. En fin, un individuo que no respeta a nada ni a nadie.
Los funcionarios públicos se justifican diciendo que es un boxeador que ganó tres títulos mundiales. Eso no se discute, pero fue él mismo quien, con su actitud irresponsable y sus acciones desenfrenadas, llenó de lodo esos títulos y en vez de cuidarlos y cultivar ese don con el que fue dotado, su ignorancia y estupidez lo llenaron de soberbia y creyó que todo el mundo estaba obligado a escuchar la basura que sale de su boca.
Mi preocupación, que debería ser de todos, es el mensaje que con este acto irresponsable se le da a nuestros jóvenes. ¿Cómo queremos que disminuyan la violencia y el maltrato, que se han vuelto el pan nuestro de cada día, si están premiando a personas que son símbolos de violencia y maltrato? Nuestros servidores públicos tienen que ser serios y entender que con irresponsabilidad y populismo solo se consigue más violencia.
Rosibel Herrera
Conservadores de duelo
En menos de sesenta días hemos perdido valiosos exponentes que en sus años dorados figuraron en las filas del glorioso y siempre presente Partido Conservador (PC). Perdimos en Granada a don Carlos Benard Cole y otros magníficos y valiosos elementos del partido, Ernesto (El Nene) Chamorro. En Managua se nos fue para siempre don José Oyanguren, ciudadano granadino y conservador de pura cepa y hoy estamos lamentando el fallecimiento de un viejo roble de nuestro partido, antes, hoy y siempre un honorable y legendario representante de nuestro PC, hijo del “candidato de las manos limpias”, del caudillo de los años setenta, don Emilio Chamorro Benard, que pudo en su tiempo conseguir el sueño del general Emiliano Chamorro y la mayor ilusión de Pedro Joaquín, de que Nicaragua volviera a ser República.
Este personaje por el que me es imprescindible escribir estas líneas también va a completar la lista de los que nunca mueren, porque su ejemplo de honradez, trabajo y justicia serán imperecederos. Este conservador y granadino (que el Señor lo tenga en su santa gloria) es don Joaquín Chamorro P., pero para quienes le recordaremos siempre, Quincho Chamorro Pasos. —También fue Inde de los horcones esquineros de Inde de los ochenta—. Allí estábamos Quincho, don Enrique, el ingeniero Cuadra, Mincho Lanzas, don Manuel Callejas, don Jaime Chamorro, Carlos Noguera, William Báez, etc. Fue cuando decidimos perpetuar por siempre el Día Nacional del Empresario y escogimos nada menos que el cumpleaños de Jorge Salazar, nuestro arrebatado presidente, que un día dijera: ni nos vamos a Miami y si nos quedamos es para ir a la montaña a producir divisas para Nicaragua. Ese era Jorge, el más grande, pero el más humilde representante de la iniciativa privada. También Quincho fue así, jamás supo su mano derecha lo que hacía con la otra mano en bien de los que más lo necesitaban. Me consta, porque en Granada fue presidente de Inde por mucho tiempo, también fue presidente del PC, y en Managua, cuando medio Nicaragua estaba en Miami, los que nos quedamos estábamos en Educrédito, en Funde y en Cosep, y a pesar de estar perseguidos, confiscados, invadidos, bombardeados, saqueados, aquí nos quedamos y aquí seguimos produciendo divisas para Nicaragua. Espero que los que se han ido como hace poco se fue mi hijo Pepe Prego, fallecido el 19/03/15, que no tendrá reposición jamás, desde el cielo nos estén ayudando para hacer de Nicaragua un mundo mejor.
Thelma de Prego
Licor en estadios
En e Matagalpa como en otros sitios de Nicaragua, es muy común observar a borrachos diciendo sandeces ante niños que llegan con sus progenitores a los estadios. Ante este problema social que da mal ejemplo a la niñez y juventud, las autoridades competentes deberían prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en sitios en los que se practica el deporte, para bienestar de nuestra sociedad.
Salvador Pérez González
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