El músico Elton John ha desplegado vitalidad y virtuosismo en el Palacio de Deportes de Gijón (norte), donde ha celebrado esta noche el segundo concierto en España de su gira mundial con su banda, que ha reunido a unos 5.500 espectadores.
El artista británico, considerado el tercero más grande de todos los tiempos en Estados Unidos por la revista Billboard, ha conseguido ganarse al público desde el mismo momento en el que tocó los primeros acordes al piano de la primera canción “The Bitch is back”.
Lo que siguió al primer tema durante las dos horas que duró el concierto ha sido un juego de seducción a público, que se emocionó con las baladas, disfrutó del soul y bailó los rítmos frenéticos del rock.
A sus 68 años, Elton John ha demostrado no haber perdido ni una pizca de su arte y a mitad del espectáculo prescindió de su banda para ejecutar las canciones más intimas y sólo al piano de cola y modulando la voz llenó el escenario de un estadio cuya acústica no era favorable.
El “sir”, como se le conoce popularmente, salió a escena vestido con un traje de chaqueta larga color azul adornado con pedrería que brillaba como estrellas al ser iluminada, unas gafas de pasta de color turquesa que no se quitó ni un instante y grandes anillos en los dedos.
Fiel a su estilo, lucía en la espalda las iniciales de su nombre y diferenciaba claramente su atuendo del de los músicos de la banda, de riguroso traje negro inglés.
Con 120.000 watios de sonido y otros 200.000 de luces, el show de Gijón dejó satisfecho al publico, unas 5.500 personas, menos de la mitad de las previsiones de los organizadores que se vieron obligados a cambiar la localización inicial, en el Hípico de Las Mestas, al Palacio de los Deportes, de menor capacidad.
Elton John ha hecho una retrospectiva de su carrera musical en la que han brillado canciones como “Daniel”, “Sorry Seems to be Hardest Word”, “Canle in the Wind”, “Dont let the sun go down on me” o Yor song”.
Pero han sido los temas “Standing” y “Saturday”, a modo de traca final los que lograron arrancar al público en un frenesí de baile y teléfonos móviles grabando la escena.
Un final de ovación obligó al artista a volver a salir para despedirse con “Crocodile rock” mientras en la noche de Gijón se desataba una lluvia de verano que refrescó una jornada de calor inusitado para estas latitudes.
Elton John estuvo acompañado por su banda compuesta por el guitarrista Davey Johnstone, el batería Nigel Olsson, el teclista Kim Bullard, el bajista Matt Bissonette y el percusionista John Mahon.
Tampoco ha descuidado el aspecto visual del espectáculo, con tres pantallas de vídeo, la mayor detrás del escenario, que proyectaron primeros planos de los músicos, escenas de distintos momentos de la vida artística del “Sir” e imágenes impactantes de la tierra vista desde satélites.
La gira mundial, cuya próxima escala será Madrid el próximo 20 de julio, puede que sea la última, puesto que el artista ha declarado que desea pasar más tiempo con su familia y menos en los escenarios