Personas que compraron membresía vitalicia a Sporting Club se reunieron la mañana de ayer para pedir explicaciones por el cierre del local al señor Eduardo Soto, uno de los socios mayoritario.
Irving Dávila, quien tiene 15 años de ser socio, indicó que el cierre súbito del local provocó afectaciones económicas, pues la decisión fue tomada al inicio del mes, cuando muchos ya habían pagado la semana anterior.
Como de costumbre llegamos el lunes 13 a hacer ejercicios por la mañana, pero nos encontramos con la sorpresa de que estaba cerrado, tras la aguja había alambres de púas y no nos dieron explicaciones, cuando existe un título de membresía que nos acredita como socios vitalicios, ese título nos costo 1,500 dólares y ahora se nos niega el derecho al uso de las instalaciones, dijo Dávila.
Alonso Porras, otro socio, manifestó que van a agotar la vía administrativa hasta que les den respuesta.
El asunto es que cerraron el lugar sin convocar, sin llegar a un proceso de negociación porque pagamos por un derecho vitalicio, ahora nos vamos a reunir el día de mañana (hoy) para ver a qué acuerdo llegamos, primero vamos a agotar la vía administrativa, sostuvo Porras.
Mientras Cristina Arana, quien le compró la membresía a otro socio, dijo que si cierran el club deben de regresarle el dinero por la compra de la membresía, así como el dinero que pagaron por adelantado algunos socios.
LA PRENSA intentó obtener la versión de Eduardo Soto, socio mayoritario del club, pero no se encontró en su oficina en el Colegio Notre Dame.
Al llegar al Sporting Club en la entrada principal había una cerca de alambres de púas y el guarda de seguridad dijo que no había quién atendiera.
Socios mayoritarios
El Sporting Club comenzó a funcionar hace 16 años, el lugar ofrecía: gimnasio, área cardiovascular, salón de aeróbicos, ritmos, yoga, ballet y pilates, además tenía canchas de tennis y una piscina semiolímpica.
Los socios mayoritarios del lugar son: Arnoldo Alemán, Eduardo Soto, Francisco y Fátima Cifuentes e Ileana Somarriba. Los que querían unirse al club tenían que comprar su membresía.
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