El capitán GN Justiniano Pérez, exoficial ejecutivo de la Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería desde 1977, parece tener frescos cada uno de los recuerdos de sus años de servicio. La EEBI se fundó en 1977 y apenas tuvo tiempo para entrenar a algunos guardias.
Fue por esa falta de tiempo que muchos miembros de la Guardia tuvieron que ser entrenados “sobre la marcha”, explica Pérez, quien además resalta que jamás se rindieron al Frente Sandinista y que la derrota de la Guardia fue más política que militar.
En esta entrevista habla sobre las miles de torturas que se le atribuyen a la Guardia Nacional y dice que son “normales” entre los miembros de un ejército con las libertades y el poder que tenían. Dice que jamás hubo un torturado que hubiese desaparecido y que hay muchos mitos sobre la Guardia que nunca ocurrieron.
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¿Cómo vivieron el 19 de julio?
Era un día muy triste, nadie esperaba que la Guardia desapareciera de un plumazo. Sencillamente porque la Guardia y Somoza era una simbiosis bien establecida. La Guardia no podía existir sin Somoza, era un proceso de 46 años. Desde 1933 que los marines abandonan Nicaragua y el general Somoza se hace cargo de la Guardia, nunca entregó el mando a otra gente. Siempre él fue el jefe director. Y a la muerte de él, en 1956, el hijo Somoza Debayle agarra el mismo cargo. Entonces, Somoza García estuvo 23 años de director y curiosamente el general Somoza Debayle 23 años también. La Guardia se desarrolló bajo una misma familia. Por eso se decía que era un ejército pretoriano.
¿A estas alturas consideraría que fue una decisión correcta que los Somoza estuvieran tanto tiempo al mando de la Guardia?
Cuando en el período de formación de la GN, que fue de 1927 a 1932, que son cinco años, el proceso de mando de la Guardia pasó por cinco jefes directores, todos americanos. Y eso fue saludable porque se conoció mandos, se conoció cambio de personalidad. Cuando los marines se van, el general Somoza agarra el mando y no lo suelta. Entonces la GN solo conoció un solo mando después de los marines. Se tuvo que acostumbrar al mando del general Somoza, que era muy paternalista, y luego al hijo que era mucho más joven, más profesional, pero más enfocado al tema político.
¿Y qué tanta fidelidad tenía la Guardia a Somoza?
La Guardia se mantuvo fiel al general Somoza porque fue un instrumento para los fines políticos del general Somoza. Para hacer todo su engranaje, todos sus años de Gobierno estaban sustentados por el poder de la Guardia. Y era una institución que era dos cosas al mismo tiempo: Ejército y Policía. En este caso se dedicó más al aspecto policial que a ser un Ejército organizado y con todos los adelantos que los tiempos modernos requerían pues.
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Y cuando se va Somoza, ¿qué ocurre con la Guardia?
La Guardia experimenta el vacío, se siente sin jefe. Entonces cada quien agarra por su propia cuenta. Bueno, dicen, no hay nada más que hacer, ya el jefe se fue y no tenemos nada que hacer.
¿Y usted qué hace en ese momento?
Bueno, yo me quedé porque era el nuevo comandante de la EEBI, pero en la EEBI no había personal. Todo el personal estaba en el frente sur ayudando al comandante Bravo a detener a todos los internacionalistas que Edén Pastora tenía en la frontera.
¿En ese momento no los persiguen?
No. No. No. Cuando Anastasio Somoza Portocarrero me llamó el 16 (de julio) y me dice que tiene que irse que su papá le dice que se vaya con él, me dice: “Tenés que venirte acá a la EEBI porque vos sos el nuevo comandante”.
Ya para entonces llevaban varios años de combate ¿La Guardia estaba debilitada?
El proceso duro de la Guardia comienza en el 77, cuando se organiza la EEBI. La primera cosa que experimenta es el ataque a San Carlos. Fue en octubre de 1977, la EEBI se reestructura en julio de ese año y el entrenamiento se programa para unos seis meses con los primeros reclutas. Y se les programa que van a hacer su ejercicio en San Carlos, que hipotéticamente está tomado. ¿Qué es lo que pasa? Hay una coincidencia histórica. En ese momento los sandinistas están tomando San Carlos. El 22 de octubre la EEBI se va a hacer cargo, en plan de entrenamiento, de rescatar el poder. Y se da esa coincidencia. Entonces aquellos se ven sorprendidos y salen yéndose a Costa Rica. Ahí comienza la historia de la Guardia moderna. La EEBI no era una unidad de combate, era una escuela de entrenamiento. La idea del mayor Somoza Portocarrero era reforzar a todo el personal que se pudiera para ir reforzando los comandos y darles entrenamiento táctico que no tenían. Solo tenían entrenamiento de policía y era una Policía burda pues, no era de combate.
¿No había muchos guardias entrenados entonces?
No. Porque después de San Carlos vino el ataque a Masaya, después el ataque a Rivas, el de Granada, luego la toma del Palacio Nacional, la ofensiva de septiembre y todo el entrenamiento era sobre la marcha. Entrenamiento y combate al mismo tiempo. ¿Por qué? Porque la Guardia no tenía unidades tácticas, no tenía batallones en otras partes para hacerle frente a la situación bélica más que todo destinada a situaciones de Policía.
¿Usted podría decir que esa fue una de las principales debilidades de la Guardia?
La Guardia no se reestructuró modernamente. Se quedó exactamente como la dejaron los marines, con la misma organización y el mismo entrenamiento, la misma vestimenta y la misma táctica. Cuando los sandinistas se toman la casa de Chema Castillo, no había una fuerza especial, un “SWAT” o una cosa así. Se preparó simplemente una fuerza improvisada por si el general se decidía ir a rescatar la casa, pero nunca se decidió a nada. Lo mismo en el Palacio. No había una fuerza táctica, un comando. La Guardia era una fuerza netamente policial con ciertas inclinaciones, porque tenía personal entrenado, pero no estaban especializados. Entonces la Guardia se desmorona porque siente un vacío de poder y como nadie estaba capacitado profesionalmente, sino intencionalmente para agarrar el control, se desmoronó.
Cuando se va Somoza, ¿la Guardia se siente traicionada?
Se siente abandonada. Porque una vez el general Somoza había dicho que él nunca se iba a ir de Nicaragua. Que él iba a ir a las montañas a convertirse en guerrillero y algunos guardias se creyeron el cuento. Pero no fue así. El general Mejía, que fue el que quedó al mando, nunca dijo nada ni llamaba a los comandos para ver cómo estaban. El grueso estaba en el Frente Sur. Había 750 hombres en el Frente Sur, que era lo mejor que tenía la Guardia. Y esos son los que paraban a Edén Pastora para que no ingresara por la zona de Rivas.
¿Y en todos esos años de guerra hubo algún cálculo de cuántos guardias murieron?
Bueno. En los mejores años el estado de fuerza total de la Guardia llegó a ocho mil. En nóminas de pago eran ocho mil. Pero de los ocho mil solo se contaba con unos tres mil. Los otros eran presupuestados para que los comandantes hicieran algún cobro. No existían. Eran como decían un ejército de papel. Existíamos en el papel, pero físicamente no había tal cantidad. Cuando te digo que el grueso de la Guardia está en el Frente Sur, ¿cómo estarán los otros comandos? Matagalpa 30, Jinotega 40 (personas), entonces cuando los sandinistas atacan esos lugares, era fácil. Atacaban un lugar que se llamaba Cinco Pinos ¿y qué había? Un sargento gordote con dos auxiliares. Y salía internacionalmente la noticia y tronco de noticia: “¡Tomaron tal parte!” Pero había tres soldaditos mal comidos, mal vestidos, mal entrenados.
De esos tres mil guardias que usted dice, ¿cuántos habrán quedado con vida?
Las bajas en la Guardia nunca fueron excesivas porque no hubo combates abiertos. Hubo momentos en que en la época de las GPP (Guerra Popular Prolongada), lo que se llamaba en el Frente Sandinista las GPP, en la época de (Carlos) Fonseca Amador, andaban en patrullas en las montañas, en Waslala, Pancasán, etc. Entonces las patrullas de la Guardia eran de 30, de 40. Había tres, cuatro patrullas en la zona, entonces unos 120 patrullando. Las bajas ahí nunca fueron grandes. Más bien eran bajas del enemigo, no de la Guardia.
¿Nunca hubo un estimado de bajas?
Así como dicen aquí que Sandino mató a todos los marines, los marines solo murieron veinte en todo el proceso de cinco años. Entonces, la propaganda es muy exagerada y los números no se dan de acuerdo con la realidad.
¿Militarmente la Guardia perdió la guerra?
Si vos me decís hay una batalla campal aquí, el enemigo está allá y se enfrentan campalmente y vos me decís, ¿quién perdió la guerra? Bueno, perdió el que tuvo más bajas y el que se rinde. Pero en este caso no. La Guardia no se rindió al Frente Sandinista, se rindió el general Somoza. Militarmente es difícil que al Frente se le pueda atribuir un triunfo fenomenal, es política la derrota de la Guardia, porque es la derrota del general Somoza, porque Somoza y la Guardia eran la misma cosa.
Los informes que presentó Estados Unidos decían que la Guardia no tenía recursos económicos para pertrechos militares, había un bloqueo a las importaciones de armas, las comunicaciones estaban cortadas.
El que estaba ayudando a Nicaragua era el Gobierno de Israel. Y se cortó alguna ayuda de Israel porque estaba el proceso para que Somoza se fuera. Y era una cosa ya diseñada para hacerle la vida imposible a Somoza y que se fuera pues. Entonces todo eso cortó la ayuda militar y el mismo general Somoza fue el que nunca empleó los recursos militares. El caso de los fusiles, por ejemplo, se le dio al Gobierno de Nicaragua cinco mil fusiles M16, fusiles que se usaron en Vietnam y la Guardia usó fusiles Garant, que se usaron en la Segunda Guerra Mundial. ¿Por qué no se usaron? Porque el general Somoza decía que esos fusiles eran muy livianos y no se puede culatear. Entonces, la idea era que la acción policial se ejerciera a través del culatazo y las acciones violentas, porque esa era lo que había dejado Somoza García. También el general Somoza tenía miedo porque decía: si le dan armas, mucha de esta gente se nos va a voltear. Entonces la Guardia sufrió porque era muy asiduo a creer que se le iba a dar un golpe.
Entonces Somoza no tenía tanta confianza en su misma Guardia.
Pues no. Porque en el proceso de la Guardia hubo varias conspiraciones. Hubo tres períodos en que los guardias conspiraron, pero todos los intentos fueron fallidos porque no fueron bien organizados. El 4 de abril fue un intento donde varios guardias participaron.
Las torturas son unas de las cosas que se relacionan directamente con la Guardia, ¿era tan común usarlas?
Como todo Ejército, como toda organización militar hay sus servicios de seguridad. La Guardia tenía sus OSN. Que era como la Seguridad del Estado. Oficina de Seguridad Nacional. Era la oficina política donde se estudiaba al enemigo y se planificaban capturas y todo. Y por supuesto, cuando hay libertad hay abusos. Hubo torturas, eso no se le puede negar a nadie, es normal. Hay ahorita en la Policía y cómo no va a haber en esa época si el control era absoluto. Pero no era exageración como decían antes que llegaban ahí y no salías, no había maneras porque estaban los periódicos de la época que mantenían cierto estado de alerta en la población.
¿Qué fue lo más grave que hizo la Guardia en ese entonces? Hablando de torturas.
Tampoco te puedo decir, porque son casos específicos en los que tenés que estar presente. Sé que había pero qué hacían no te puedo decir. Son cosas que hacen los cuerpos de seguridad. ¿Quiénes fueron los torturados? Mencioname uno. Tomás Borge, Daniel Ortega estuvo preso, ¿lo torturaron? ¿Qué dice Daniel? Nunca dice nada. ¿Qué dice Tomás Borge? No dijo nada. Entonces hay muchas cosas que se usan como propaganda para desprestigiar. No éramos santos pero tampoco criminales de baja calaña.
Pero de Daniel se dice que una de las cicatrices que tiene se la hizo un guardia. Que lo torturaron cuando estaba preso.
Yo recuerdo cuando Ortega estuvo preso porque estaba en el batallón blindado y yo cuando estuve ahí asignado a oficial del día era supervisar que la comida se le lleve en el momento adecuado, que la comida le llegara bien. Entonces cuando el cocinero decía que ya estaba la comida tenía que ir a abrirle, yo miraba a alguien ahí tranquilo, se le daba para que escribiera, para que leyera. ¿Cuándo lo torturaron? Seguro cuando estaba en la unidad de interrogatorio. Pero después que termina el interrogatorio va a una cárcel donde permanece el tiempo que se le asigne. Pero muchas cosas son exageradas, no les pongás mucha mente.
Plano personal
Justiniano Pérez tiene 70 años y cuatro hijos.
Fue uno de los organizadores de la Resistencia Nicaragüense y organizó una organización que se llamó Legión 15 de Septiembre, la base para organizar a la Contra.
Vivió en Estados Unidos en 1984 hasta el 2003, cuando decide regresar a Nicaragua para escribir sus libros.
En Estados Unidos trabajó como agricultor en una compañía canadiense.