Tres programas claves en la reducción de la pobreza y de la mortalidad materna e infantil en Nicaragua fueron castigados con rudeza en las siete reformas efectuadas al Presupuesto General de la República entre 2009 y 2013, dando como resultado el retraso en el cumplimiento de objetivos dirigidos a beneficiar a miles de familias, especialmente en zonas con altos índices de pobreza.
Reformas presupuestarias: un balance después de la crisis. ¿Qué sucedió con las casas maternas, los subsidios a las viviendas de interés social y el bono productivo alimentario? 2009-2013, es el estudio realizado por Joaquín Bárcenas, investigador de Gobernanza del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), que hace una radiografía de los cambios y sus impactos en esos programa del Gobierno.
De los hallazgos del estudio resaltan que los montos asignados a instituciones y ministerios públicos en sus presupuestos aprobados no coinciden con lo que reflejan al final los informes de liquidación presupuestaria publicados por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP).
“Quiere decir que el Ministerio de Hacienda hace ajustes (aumentos o reducciones) que no son publicados, no se transparentan. No se explica de dónde salen los recursos y dónde se distribuyen, pero como se trata de un sistema contable lo hacen cuadrar al final”, analiza Bárcenas.
Otra limitante destacada en la investigación es que debido a que Hacienda no publica un informe de ejecución del Presupuesto de mitad de año, la sociedad civil no cuenta con información previa suficiente sobre el desempeño en los ministerios e instituciones estatales para validar los recortes o incrementos aplicados en las reformas impulsadas.
LOS RECORTES AL MINSA
Bárcenas sostiene que entre 2009 y 2011 hubo un retraso en la construcción y rehabilitación de casas maternas debido al bajo presupuesto asignado al programa del Ministerio de Salud (Minsa).
Agregado a ello las estadísticas oficiales evidencian que el programa tuvo un bajo desempeño, lo cual justificó que en dos reformas hechas al Presupuesto (una en 2009 y otra en 2012) se le quitaron 9.93 millones de córdobas.
Bárcenas indica —con datos oficiales— que en 2009 el primer recorte fue por 7.6 millones de córdobas y eran de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), efectuado en la reforma al Presupuesto de la República en julio de ese año.
“Del monto total, 2.4 millones se renegociaron para destinarlos a gasto corriente del Minsa, pero los restantes 5.2 millones de córdobas se le quitaron por completo”, indica.
En 2009 el Presupuesto total aprobado para el Programa de Casas Maternas del Minsa fue de 12.1 millones de córdobas, pero al final le dejaron 4.5 millones.
“Al quitar recursos disminuyó la cantidad de casas maternas que iban a construirse”, afirma Bárcenas.
El Minsa ese año con los fondos finales asignados construiría tres nuevas casas maternas y rehabilitaría otras tres, pero el informe de liquidación presupuestaria indica que solo se cumplió con las rehabilitadas.
Para 2010 y 2011 el presupuesto para el programa prioritario en la atención de las mujeres embarazadas en las zonas rurales apenas promedió el millón de córdobas.
“¿Qué nos quiere decir esto? Si ya en 2009 hubo rezagos en la construcción de las casas maternas al disminuir el Presupuesto los siguientes dos años los rezagos tuvieron un aumento porque lo asignado fue muy poco”, asegura Bárcenas.
166 casas maternas hay distribuidas en 128 municipios del país, según el Informe de Liquidación del Presupuesto 2014. En 2007 habían 57.
POBRE EJECUCIÓN
De acuerdo con los informes presupuestarios el Minsa construyó solo una casa materna en 2010. No hay datos de 2011 al 2013.
La mayor incidencia de la mortalidad materna es entre las mujeres de grupos socioeconómicos bajos, especialmente en la zona rural por el difícil acceso a centros médicos donde reciben atención prenatal y durante el parto.
Ahí, dice Bárcenas, radica la importancia de construir y rehabilitar la mayor cantidad de casas maternas en el país.
Sin embargo el programa del Minsa arrastra grandes deficiencias, y pese a que en 2011 no se le recortó a los 1.24 millones de córdobas asignados, en el informe de liquidación presupuestaria de ese año se indica que la ejecución fue cero.
Bárcenas dice que como muestra de la falta de transparencia de Hacienda en las modificaciones de las partidas es que en el informe final de 2011 aparece que no se asignó dinero al Minsa para casas maternas ese año.
¿QUÉ HICIERON CON C$2.5 MILLONES?
Hay otro grave problema detectado en la investigación como es que hay 2.5 millones de córdobas del programa que los documentos oficiales no explican en qué se usaron.
Bárcenas explica que la cifra resulta de revisar los montos asignados para casas maternas en los presupuestos reformados que no coinciden con los informes de ejecución.
Un ejemplo, menciona, es el de 2015 cuando el Presupuesto aprobado para casas maternas fue de 15.68 millones de córdobas, sin embargo en el informe de liquidación presupuestaria el monto “actualizado” es 15.14 millones, de los cuales se ejecutaron 11.96 millones de córdobas.
“No se tienen datos específicos de cuánto cuesta construir una casa materna, no hay datos en el Minsa ni en Hacienda y eso dificulta cuantificar cuántas casas maternas dejaron de construirse por las reducciones hechas en las reformas presupuestarias”, afirma Bárcenas.
La investigación del Ieepp refleja que en 2012 y 2013 el Gobierno intenta acelerar el programa al incrementar fuertemente los presupuestos. Aunque en la reforma presupuestaria de 2012 le reducen al Minsa 2.3 millones de córdobas, de los 18.02 millones en total para construir y rehabilitar casas maternas.
Sin embargo, en 2013 hay un fuerte movimiento pues se tenían aprobados 6.76 millones de córdobas y mediante la reforma presupuestaria de septiembre se subió a 18.23 millones de córdobas.
Bárcenas analiza que con las mayores partidas en 2012 y 2013 “el gasto empieza a compensar los rezagos de los años anteriores, pero obviamente alcanzar las metas de construcción de las casas maternas implica un fuerte esfuerzo”.
MAYOR DEMANDA
La última estadística disponible del Minsa sobre la mortalidad materna corresponde al 2012, donde la tasa era de 53 muertes por cada mil nacidos.
La meta al 2015 es reducir la tasa a cuarenta muertes por cada mil nacidos, “lo cual demuestra el esfuerzo y los logros que se han conseguido en temas de salud materna e infantil”, recoge el estudio del Ieepp.
La demanda de esos servicios de salud incrementa ya que durante el período presidencial de Enrique Bolaños se atendía anualmente un promedio de 170 mujeres en las casas maternas, en cambio en el actual gobierno de Daniel Ortega el promedio incrementó a un total de 250 mujeres por año.
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