El grupo policial que perpetró la masacre de una familia que circulaba en el sector de Las Jagüitas, en Managua, el pasado 11 de julio, estaba integrado por oficiales capacitados en técnicas especiales, incluido un francotirador.
El capitán Zacarías Ignacio Salgado es el francotirador, y aparece en el listado publicado por la Fiscalía. Él integra un grupo de oficiales que convalidaron cursos recibidos entre 2012 y 2015 para ascender en grados.
Una circular firmada el 27 de abril del presente año, por el director de la Academia Walter Mendoza, comisionado general Cairo Guevara, confirma que Salgado cumplió más de la carga horaria (280 horas) establecida para ascender al grado inmediato superior, que es de subcomisionado.
La circular en poder de LA PRENSA indica que como francotirador Salgado cumplió con 832 horas. Otro que estaba incluido entre los oficiales que cumplió con los requisitos establecidos para ascenso en grado durante el presente año, fue el suboficial Ernesto Alexander Urbina López, también mencionado en el listado de los 14 agentes que según la Fiscalía, acusará el próximo 22 de julio por haber participado en la masacre.
El hecho que un francotirador esté en un operativo antidrogas como ha afirmado la Policía, introduce más dudas al caso. Oficiales en retiro de la Policía refieren que en un operativo de drogas, no se integran francotiradores.
NO ERAN AGENTES ANTIDROGAS
Sin embargo, el hecho que aparezca únicamente el nombre de Salgado entre los que se confirma han sido capacitados como francotirador, no es determinante para establecer que solo un especialista en tiro estaba en el lugar.
Y sumado el hecho de que Urbina fue capacitado en intervención táctica, con 840 horas, confirma que en su mayoría quienes participaban eran de las fuerzas especiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) como se ha señalado y no antidrogas como afirmó la Policía desde un inicio.
El ataque perpetrado por los miembros de la Policía Nacional causó la muerte de Katherine Ramírez, de 22 años; y los niños Efraín Ramírez (11 años) y Aura María Reyes Ramírez, (12). Además, resultaron con heridas graves Myriam Natasha Guzmán Ramírez y Axel Reyes, de 5 y 13 años, respectivamente.
En la entrevista que Yelka Nohemí Ramírez, sobreviviente, madre y hermana de las víctimas, ofreció a LA PRENSA el pasado miércoles, aseguró que esa noche fatídica fueron sorprendidos por los disparos de los policías, que permanecían escondidos entre montes, arbustos y barrancos.
Y consideraba que en ese fuego cruzado que los persiguieron a lo largo del tramo entre el Camino del Río a Las Cuatro Esquinas de Las Jagüitas habían francotiradores.
“La cosa de ellos era matarnos de viaje”, dijo Ramírez, tras señalar que el balazo de frente dirigido al lado del conductor, en este caso, su marido Milton Reyes , “fue (de) un francotirador”. Y estimó que fue la mano de Dios que lo protegió.
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