Destinar más de quinientos policías para una protesta de civiles desarmados es criminalizar la demanda de transparencia electoral, consideran políticos opositores al gobierno del presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega.
Por 12 miércoles consecutivos ciudadanos, políticos y diputados que demandan transparencia electoral han realizado protestas pacíficas frente al Consejo Supremo Electoral (CSE), pero la protesta número 13 fue reprimida por policías antidisturbios, resultando varios manifestantes agredidos, entre ellos periodistas y diputados opositores.
“Obstaculizar el derecho de movilización de los ciudadanos que participan en las protestas es parte de la política de Ortega, de criminalizar esta acción ciudadana; por eso son los despliegues escandalosos de fuerzas y medios policiales para infundir el terror y con eso Ortega quiere dar el mensaje: la calle es mía”, opina el exdiputado José Pallais Arana.
Según el exdiputado, Ortega impide a toda costa que la oposición se tome las calles y entonces manda a retener y a apresar a la gente que viene de los departamentos para participar en la marcha. “Es una forma de criminalizar la protesta y una expresión viva de una dictadura”, denunció Pallais.
El diputado del Partido Liberal Independiente (PLI), Eliseo Núñez Morales, asegura que el despliegue policial realizado en los dos últimos miércoles, es un claro mensaje del presidente inconstitucional de que no está interesado en crear las condiciones para que se realicen elecciones libres y transparentes.
Sin embargo, el diputado Núñez, quien ha participado activamente en las protestas de los miércoles, considera que la participación de la ciudadanía crecerá a medida que Ortega reprima y niegue las condiciones que se demandan para los próximos comicios presidenciales de 2016.
Para el diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) y miembro del Partido Liberal Independiente (PLI), Augusto Valle, los grandes despliegues policiales que acechan las marchas de la oposición buscan callar e intimidar a la población para evitar sus protestas.
“Los despliegues policiales son claramente dirigidos a crear el terror y callar la voz de la población que demanda cédulas, que demanda condiciones transparentes para que su voto no se pierda”, sostiene el diputado Valle, quien fue severamente vapuleado por la Policía hace dos semanas cuando participó en los miércoles de protesta. Valle lamentó que la Policía Nacional se preste al servicio de la cúpula gobernante, dirigida por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
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