El presidente inconstitucional Daniel Ortega, dedicó solo quince segundos a lamentar el ataque armado policial a la familia Reyes Ramírez en Las Jagüitas, en su discurso de media hora pronunciado ayer en ocasión del 36 aniversario del triunfo de la Revolución.
Luego pasó a justificar lo que supuestamente fue un “error” policial en la lucha contra el narcotráfico, y el resto de su alocución la dedicó a solidarizarse con los mexicanos, con los afrodescendientes norteamericanos, con los venezolanos, llamando a cambiar el “imperio guerrerista y racista”, en alusión a Estados Unidos.
Katherine Anielka Ramírez Delgadillo, de 22 años; José Efraín Pérez Ramírez, de 13 años, y Aura Marina Reyes Ramírez, de 11 años, fueron ultimados a balazos el sábado 11 de julio por un grupo de policías, en la comarca Las Jagüitas, en Managua, cuando supuestamente esperaban apostados a traficantes de drogas.
SOLO LLAMÓ A “REVISAR MUY BIEN OPERATIVOS”
Ortega llamó a la Policía Nacional a “revisar muy bien los operativos que se realicen en contra del narcotráfico y el crimen organizado, para que no se vuelvan a presentar hechos dolorosos como los que se presentaron en estos días”, dijo sin mencionar si quiera la paliza que recibió una de las sobrevivientes de esta masacre, Yelka Nohemí Ramírez, madre de los dos niños muertos y hermana de la joven asesinada.
Ortega mencionó que su esposa Rosario Murillo, vocera del Gobierno, “expresó en su momento nuestra solidaridad con las familias de quienes fueron víctimas de esa tragedia” y mandó a la Policía a “perfeccionar esos mecanismos”.
Sin embargo, agregó que “no podemos dar un paso atrás en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, porque estaríamos cometiendo un crimen contra todo el pueblo de Nicaragua”. Luego pasó a saludar a todos los presentes.
“Nuestra solidaridad con las familias de quienes fueron víctimas de esa tragedia (masacre de Las Jagüitas), pero no podemos dar un paso atrás en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, porque estaríamos cometiendo un crimen contra todo el pueblo de Nicaragua”. Daniel Ortega, presidente inconstitucional de Nicaragua.
SE ENTRETUVO CON DONALD TRUMP
A quien sí se dedicó a repudiar en gran parte de su discurso fue al magnate y precandidato presidencial de Estados Unidos, Donald Trump, por sus cuestionados mensajes xenofóbicos contra los mexicanos.
“Hemos escuchado los aullidos de un representante de los sectores más retrógrados del imperio, que es candidato del Partido Republicano, despotricando contra los pueblos de nuestra América, despotricando contra el hermano pueblo mexicano… Nuestra solidaridad con el pueblo de México y con los pueblos de nuestra América frente a los atropellos de los imperialistas”, expresó Ortega.
El mandatario también salió en defensa de los afrodescendientes de Estados Unidos. Ortega dijo que la Policía dispara bombas lacrimógenas y “culatea” (apalea) a las personas cuando protestan por su derechos básicos.
Pero no estaba hablando de la Policía de Nicaragua en la reciente represión contra la protesta de los miércoles, el pasado ocho de julio, sino que se refería a las protestas de los afrodescendientes norteamericanos.
“La población norteamericana blanca, negra… todos ellos protestando y ahí las fuerzas del imperio deberían estar pasando una lista de los violadores de derechos humanos”, dijo Ortega.
Mientras Ortega seguía su discurso en defensa de los derechos humanos del mundo, la gente se marchaba de la plaza, nadie parecía ponerle atención, los jóvenes tomaban licor y varios pleitos fueron controlados por los camisas amarillas que actuaron como agentes de seguridad, en otro 19 de julio multitudinario, realizado en el Malecón de Managua.
Los cinco cubanos que estuvieron presos en Estados Unidos fueron los invitados principales en el 36 aniversario del triunfo de la revolución. También el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, fue otro de los invitados destacados. Como lo han hecho en los últimos años, también participaron el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya; el expresidente de Guatemala, Vinicio Cerezo; la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, entre otros.
Igual que cada año, estuvieron presentes representantes de todos los poderes del Estado, ministros y otros funcionarios públicos, los jefes del Ejército y de la Policía Nacional. Durante más de tres horas que duró el acto, la señal de internet fue suspendida en el perímetro donde se realizó la celebración; mientras que la televisión por cable fue interrumpida por media hora, durante el discurso del presidente inconstitucional Daniel Ortega.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,9 A