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Crecimiento en arena movediza

Cada vez que un funcionario público habla del crecimiento económico de Nicaragua de los cinco años recientes, lo califican como “robusto”, pero cuando los economistas escudriñan en el comportamiento de las cifras oficiales no dudan en señalar que la mejora es frágil.

Cada vez que un funcionario público habla del crecimiento económico de Nicaragua de los cinco años recientes, lo califican como “robusto”, pero cuando los economistas escudriñan en el comportamiento de las cifras oficiales no dudan en señalar que la mejora es frágil.

El economista Alejandro Aráuz incluso ve al Producto Interno Bruto (PIB) del país en “arena movediza” y lejos de la robustez que afirman las autoridades.

El estudio Política Fiscal de Nicaragua , presentado la semana pasada por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), hace énfasis en que el país logró tasas de crecimiento promedio de 3.5 por ciento entre 2005 y 2014, “sobresaliendo en Centroamérica”.

Mario Flores Loáisiga, exministro de Hacienda y autor del estudio, resalta que “ha sido notable” que a nivel macro Nicaragua logró “sortear mejor el impacto de la crisis internacional, las vulnerabilidades ambientales (terremotos, huracanes, sequías), el shock de precios del petróleo y de los alimentos y los efectos de la roya en la producción cafetalera”.

Pero cuestiona en el estudio que durante la última década, a pesar de los “notables progresos en los indicadores sociales” las brechas “son todavía muy amplias”.

Flores califica de positivo que el gasto social como proporción del PIB aumentó del 8.3 por ciento al 10.3 por ciento en nueve años, “de los cuales el 2.5 por ciento en promedio ha correspondido a programas de asistencia social”.

POCO IMPACTO

Sin embargo reducir en 5.8 puntos porcentuales la pobreza general entre 2005 y 2009 (son los datos oficiales disponibles), no ha revertido que “el Índice de Desarrollo Humano de Nicaragua sea el más bajo de América Latina y el Caribe, después de Haití”.

Flores analiza en el estudio que “los programas de asistencia social se han caracterizado por el bajo nivel de focalización y escasos efectos redistributivos”.

Flores, miembro de la Comisión Económica de Funides, señala que reducir el nivel de pobreza de 48.3 al 42.5 por ciento no ha impactado lo suficiente porque “la desigualdad ha retrocedido”.

El estudio recoge que el Índice de Gini medido por el ingreso pasó de 40.5 por ciento en el 2005 a 45.7 en el 2009.

“Y el diez por ciento de los más ricos que participaban con el 31.5 por ciento del Ingreso Nacional en el 2005 han pasado a participar con el 35.2 por ciento en el 2009”, indica Flores con datos del Banco Mundial.

En el estudio se recuerda que “los países con alta desigualdad o cuyo nivel de desigualdad no disminuye se caracterizan por experimentar un círculo vicioso a nivel económico y social de bajo crecimiento, bajas capacidades de capital humano y baja reducción de la pobreza”.

Por ello insiste en que se implementen reformas estructurales enfocadas en que los presupuestos se diseñen mejor, sean eficientes y prioricen a las poblaciones de menos ingresos.

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ARÁUZ: HAY DOS ECONOMÍAS

Pero el economista Aráuz dice que el cambio debe ser más profundo, partiendo de “devolver a los ciudadanos la confianza sobre las Cuentas Nacionales que nos presenta” el Banco Central de Nicaragua (BCN) con información del resto de entidades estatales.

El economista recuerda que desde hace meses se viene exigiendo a las autoridades del BCN aclarar los cambios de metodología usados en la revisión, por ejemplo el peso de los sectores económicos y su aporte en el PIB.

“Aquí parece que hay monitoreo de dos economías diferentes. Los fundamentos macroeconómicos como la inflación, crecimiento del PIB se ven robustos, pero sencillamente esa robustez está influenciada más por el sector terciario donde más que todo es comercio”, explica Aráuz.

Dice que la fragilidad de donde viene el impulso del PIB está en que el consumismo se puede desplomar fácilmente cuando el bolsillo de los ciudadanos sufre por la inflación, la devaluación del córdoba frente al dólar, salarios congelados, la debilidad de las inversiones y por la caída de los precios de los productos exportables por factores externos.

“Hay incapacidad de los países en invertir en las partes técnicas e industriales para dar valor agregado a sus sistemas de producción que le permita elevar su competitividad, porque hay incapacidad en la educación, en adquirir y adaptar la tecnología”, afirma Aráuz.

Funides insiste en que para avances más rápidos la economía de Nicaragua requiere crecer arriba del seis por ciento por año.

Aráuz ve difícil ese objetivo cuando se tiene como país descuidados temas fundamentales como la inversión en educación y tecnología.

¿ECONOMÍA DE BURBUJA?

Además de esos factores, para el economista es preocupante que el crecimiento de la economía nicaragüense se sustente en “toda una burbuja financiera que si bien empuja el consumo y con ello la tasa de crecimiento, pero no en calidad de ese crecimiento que signifique más empleo, mejores remuneraciones salariales, avances tecnológicos, mayores exportaciones”.

“¿Qué tipo de desarrollo económico estamos promoviendo con indicadores que desde el punto de vista monetario son sólidos, pero que a su alrededor hay fragilidad? Es ahí donde debemos centrarnos, pero insisto partiendo de una base de cifras nacionales sólida y transparente y no con Cuentas Nacionales con la sombra de manipulación”, concluye Aráuz.

EFICIENCIA EN ALCALDÍAS

El estudio Política Fiscal de Nicaragua señala que las transferencias presupuestarias imponen una gran rigidez al manejo presupuestario, porque a pesar de que se trata de grandes montos económicos muchas de las responsabilidades de los municipios las asume el Gobierno central. “No hay claridad sobre las acciones que promueven la reducción de la pobreza a través de estas transferencias”, afirma el estudio.

La Ley de Transferencias Presupuestarias a los Municipios de Nicaragua, Ley 466, ordena que el diez por ciento de los ingresos tributarios establecidos en el Presupuesto de la República se distribuya entre las alcaldías. En 2015 ese monto es de 5,121.8 millones de córdobas.

BCN NO RESPONSE

El economista Alejandro Aráuz reta a las autoridades del Banco Central de Nicaragua (BCN) a que públicamente demuestren que la revisión de las Cuentas Nacionales “se sustentan en metodologías transparentes”. LA PRENSA ha solicitado en varias ocasiones una explicación del tema a través de relaciones públicas del BCN sin obtener respuesta. Aráuz dice que como resultado de mostrar mejores indicadores macroeconómicos la agencia Moody’s Investors Service elevó la calificación crediticia a Nicaragua de B3 a B2 con perspectiva estable. “Pienso que hay que hacer una revisión más contundente de lo que está debajo de esa economía que nos muestran, porque lo que uno analiza es que está en arena movediza”, afirma.

Boletin Economía crecimiento económico Nicaragua archivo

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COMENTARIOS

  1. fultp
    Hace 9 años

    Mientras la microeconimia sea relegada a segundo orden en importancia, la pobreza seguira imperando en NIcaragua. La distribucion de la riqueza obtenida por la poroduccion nacional beneficia mas a los grandes empresarios que a los pqueños y la clase trabajadora es la menos beneficiada. Los salarios continuan relativamente bajos y los nicas continuan abandonando el pais por falta de trabajo bien remunerado. La productividad es baja por la falta de inversiones de utilidades.

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