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El sábado empleados de la Alcaldía realizaron limpieza de cauces. LA PRENSA/TROTHSCHUH

Hospitales ya no dan abasto

El pequeño Justin Morales Avilés, de 8 años, presentaba fiebre, dolor de articulaciones y sangraba por la nariz. Su desesperada madre, Nelly Avilés, corrió en busca de atención a emergencia del hospital de Juigalpa, llegó a las 8:30 de la mañana y eran las 5:30 de la tarde y por más que insistía con el médico, este solo decía que esperara, aunque le imploró que le viera a su hijo.

El pequeño Justin Morales Avilés, de 8 años, presentaba fiebre, dolor de articulaciones y sangraba por la nariz. Su desesperada madre, Nelly Avilés, corrió en busca de atención a emergencia del hospital de Juigalpa, llegó a las 8:30 de la mañana y eran las 5:30 de la tarde y por más que insistía con el médico, este solo decía que esperara, aunque le imploró que le viera a su hijo.

El interno le dijo que “el sangrado era normal y sin darle medicamento alguno le dio una cita para que lo viera un otorrinolaringólogo, según agenda” (podía ser a los tres meses) y la despachó hacia su casa.

Al llegar al hogar, 15 minutos después Justin defecaba sangre y su angustiada madre retornó al hospital, donde el médico reiteró que esperara. La madre se topó con el director del Silais, Samir Aguilar, a quien increpó por la mala atención, advirtiéndole que si el niño se moría iban a cargar con la responsabilidad.

POR FIN LO INGRESARON

El reclamo valió para que Justin fuese ingresado a Cuidados Intensivos y al final pudiera sobrevivir al chikungunya. “Es mala la atención y lo grave es que dejan a los enfermos en manos de los estudiantes que tienen derecho a sus prácticas, pero no a maltratar o desatender a los pacientes, deben estar los especialistas, yo vi desesperar a ancianas, mujeres, niños”, asegura Nelly.

Ante la falta de pruebas o porque no hay camas para tanta gente, a los enfermos de chikungunya ya no se les ingresa y si acaso hay lugar permanecen tres días con suero y acetaminofén.

2,456 casos positivos de chikungunya reportan las autoridades de Salud a través de medios oficialistas y con las cifras del 2014 se contabiliza un acumulado de 5, 151 casos a nivel nacional.

En las unidades de salud, el ingreso y la información se mantiene restringida a los periodistas, pero una directora de un centro de salud reconoció ante un medio local que Chontales está entre los primeros lugares con casos de chikungunya, precisando que en Juigalpa se han incrementado.

En algunos casos la gente prefiere automedicarse y soportar la enfermedad en casa. Eloísa Úbeda Rivera comentó que 14 miembros de la familia han sufrido la enfermedad, “en el hospital solo suero y acetaminofén le dan y no alcanzan, hay hasta dos pacientes en una cama, aquí en la casa hemos tomado hasta mango celeque cocido con canela y pimienta blanca”.

SOLO LOS MÁS GRAVES

En el Hospital José Nieborowski, de Boaco, a diario se reportan aproximadamente diez casos de chikungunya. Solo son ingresados los pacientes que tienen más avanzado el padecimiento, es decir, aquellos con fiebre y dolor que no les permite moverse. “Solo estamos ingresando a los pacientes más delicados, los que ya no pueden caminar por el dolor, el resto los estamos mandando a su casa con tratamiento”, expresó una enfermera. El Minsa empezó esta semana con una jornada de fumigación casa a casa, para tratar de mitigar la enfermedad.

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