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Plagas acechan al agro del istmo

Un panorama difícil se vislumbra para la actividad agropecuaria en Centroamérica. Los pronósticos indican que la presencia de El Niño se extenderá hasta el próximo año y amenaza con intensificar sus efectos. Se teme que se convierta en el evento más fuerte que ha impactado a la región desde 1997.

Un panorama difícil se vislumbra para la actividad agropecuaria en Centroamérica. Los pronósticos indican que la presencia de El Niño se extenderá hasta el próximo año y amenaza con intensificar sus efectos. Se teme que se convierta en el evento más fuerte que ha impactado a la región desde 1997.

Pero los riesgos no se limitan al retraso de la siembra, pérdida de cosechas o muerte de ganado provocados por el déficit de lluvia. Las condiciones climáticas que genera la presencia de este fenómeno elevan las posibilidades de brotes epidémicos en los cultivos y la ganadería.

“La evidencia demuestra que bajo condiciones de altas temperaturas, lluvia irregular y prolongados períodos secos, aumentan las posibilidades de brotes explosivos de plagas que afectan a los distintos cultivos”, advierten la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (Secac) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

En el caso de la ganadería “el estrés calórico unido a la reducción en el crecimiento de pastos forrajeros afecta su salud y bienestar de los animales, reduce su capacidad productiva y los hace proclives a enfermedades y parásitos; y además se amplía la distribución geográfica de vectores de enfermedades”, detalla el informe emitido por las organizaciones.

La Secac y el IICA llamaron a las autoridades agropecuarias del istmo a desarrollar estrategias de prevención y mitigación; y emitieron una lista de recomendaciones para evitar daños mayores en la actividad agropecuaria.

LARGA LISTA DE ENFERMEDADES

Según el informe, entre las plagas que se ven favorecidas por las condiciones que propicia la presencia de El Niño están: la langosta voladora (schistocerca piceifrons piceifrons) que ataca plantaciones de maíz, frijol, hortalizas, yuca, caña de azúcar, maní y cucurbitáceas (zapallos, calabazas, calabacines, melón, pepino, sandía, chayote y otras).

La cochinilla rosada del hibisco CRH (maconellicoccus hirsutus green), sus potenciales víctimas son los cultivos frutales (papaya, cítricos, banano, plátano, guanábana y otras), las cercas vivas y las plantaciones forestales.

También la rata de campo (sigmodum hispidus) que ataca sembradíos de granos básicos, raíces y tubérculos, hortalizas, frutales y caña de azúcar, entre otros. La broca del café (hypothenemus hampei) que infecta los granos de este cultivo.

El trips oriental de los vegetales (trips palmi) amenazan a las solanáceas (papa, patata, tomate, berenjena, ajíes o pimientos y otras) y cucurbitáceas. Mosca blanca (bemisia tabaci), ataca potencialmente a las solanáceas y cucurbitáceas. Ácaro rojo de las palmáceas (raoiella indica), afecta los cocoteros y la palma de aceite.

La mosca del Mediterráneo (ceratitis capitata), sus potenciales víctimas son los cafetales y árboles frutales. Gusanos cortadores (spodoptera spp.) afectan plantaciones de maíz y hortalizas. Y la polilla del tomate (t. absoluta) que causa daño en cultivos de tomate y chile.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Con base en este escenario la Secac y el IICA recomiendan a los agricultores: “seleccionar cultivos y variedades tolerantes a la sequía. Utilizar coberturas vegetales, especialmente leguminosas, para ayudar a mantener la humedad y la fertilidad del suelo. Utilizar prácticas de mínima labranza para propiciar la humedad en el suelo y la materia orgánica”.

También, “realizar prácticas de conservación de suelos, para aumentar su capacidad de infiltración y su rendimiento, reducir la evaporación mediante un adecuado manejo de las aguas de escorrentía, y aplicar prácticas de riego que ahorren agua. Revestir o impermeabilizar los canales de riego, controlar la vegetación acuática, para reducir el consumo y filtraciones de agua, entre un 10 y 15 por ciento del agua se pierde por el mal estado de los canales y tuberías”.

Para los ganaderos la recomendación es: “Desparasitar, vitaminar y suplementar los animales. Disminuir la carga animal. Descartar animales con problemas sanitarios, de fertilidad, producción y edad.

Trasladar animales a zonas donde exista disponibilidad de alimentos. Aprovechar los rastrojos”.

Además, “eliminar plantas indeseables, plantas tóxicas y espinosas que se mantienen verdes aun en la época de sequía, ya que su consumo por los animales puede ocasionar la muerte. Hacer uso del material vegetativo de las cercas vivas para alimentación. Vigilar y tratar de inmediato el aparecimiento de diarreas y neumonías, para evitar deshidratación y muerte”.

En tanto, para los servicios veterinarios los lineamientos a seguir son: atención en el control de las garrapatas ya que ellas transmiten la anaplasmosis y babesiosis, y prevenir el aparecimiento de enfermedades, mediante la vacunación oportuna.

ECO2

DEBE SER POLÍTICA DE ESTADO

Teniendo en cuenta que los micro, pequeños y medianos productores, en su mayoría de subsistencia son los más afectados por los estragos que provoca la sequía, “debería desarrollarse un programa que beneficie especialmente a los que habitan en las comunidades del Corredor Seco, que por segundo año consecutivo ven amenazados sus cultivos, pero hasta la fecha no se conoce ningún programa de emergencia”, lamenta Manuel Álvarez, directivo de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic).

Además, el Ministerio Agropecuario (MAG) debería llevar “la batuta en estos casos, para orientar al productor, pero hasta la fecha no se sabe nada, no se conoce de ningún esfuerzo que estén desarrollando para ayudar a los productores a enfrentar los estragos de las condiciones climáticas”, sostiene Álvarez.

Gustavo Toruño, directivo de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), coincide con Álvarez en la necesidad de que se desarrolle una política de Estado que permita a los más pequeños enfrentar los estragos del clima.

“Pero hasta ahora no existe, lo que hay son esfuerzos individuales, nosotros como UNAG lo que tenemos es un programa nacional de atención que capacita y da pequeños recursos para mitigar los efectos del cambio climático con cosecha de agua, conservación y manejo de suelo, tecnologías agroecológicas y otras técnicas para hacer más sostenible la actividad”, detalla Toruño.

La meta es promover un programa amplio de riego, especialmente en el Corredor Seco. Sin embargo, el alto costo de este y la ausencia de recursos impide concretar la idea y sin la intervención del Estado será imposible concretarlo, reconocen Álvarez y Toruño.

A las autoridades

La Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (Secac) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) aconsejan a las autoridades sanitarias y fitosanitarias de la región:

Caracterizar las zonas en riesgo y las enfermedades y plagas endémicas en dichas zonas; y capacitar y transferir tecnología sobre el Manejo Integrado de Plagas y Buenas Prácticas Ganaderas.

Desarrollar campañas de divulgación sobre el fenómeno de El Niño y las recomendaciones técnicas pertinentes; y mejorar los sistemas de alerta temprana de la sequía. Revisar las regulaciones sobre la gestión del recurso hídrico en la agricultura, procurando su uso racional y estratégico.

Promover el descarte de animales improductivos y en lo posible inducir la movilización de animales hacia zonas de menor riesgo y fortalecer la vigilancia epidemiológica.

Café no se escapa

En las plantaciones de café además del resurgimiento de la roya, que está controlada y de la amenaza de la broca, este año la sequía provocó una floración muy irregular, que adelantará el inicio del corte de la cosecha 2015-2016. “En las zonas bajas y medias para septiembre ya tendremos graniteo fuerte y entraremos en cosecha plena en octubre; y es posible que la producción se reduzca porque no toda la flor cuajó. Además, la amenaza de plagas eleva los costos porque hay que hacer más aplicaciones preventivas”, dice Aura Lila Sevilla Kuan, presidenta de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua.

 

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