Es un lugar tranquilo, de gente hospitalaria, tiene un clima envidiable por su frescura. Fundado en 1585 por los colonos españoles y ubicado en una parte alta, San Juan de Oriente es visitado muy a menudo por turistas nacionales e internacionales, quienes llegan a este pintoresco pueblo en busca de artesanías o simplemente para conocerlo, pero generalmente siempre se llevan un “pedacito de barro”.
Al llegar a este municipio, en las esquinas de sus calles se aprecian unas figuras de piedra que ilustran el arte de sus ancestros, quienes se dedicaban a la elaboración de “dioses de piedras”. En muchas ocasiones los turistas suelen hacerse fotos con estas figuras que “vigilan” a esta población.
Estas pesadas piezas fueron elaboradas por un nativo de San Juan de Oriente, don Teodoro Gutiérrez, quien desde tempranas horas de la mañana golpea insistentemente un trozo de piedra con sus rudimentarias herramientas, mientras transforma en una figura lo que tiene en mente, a la vez que su vista está clavada en su futura creación.
“Picando la piedra” se gana el sustento familiar este maestro de la creación, quien orgullosamente asegura que en muchas zonas del país están ubicadas estas esculturas de piedra. En esta zona oriental don Teodoro es el único que todavía conserva esta ancestral actividad.
El artista de la piedra dijo que este oficio lo aprendió desde que tenía 7 años, junto a su padre, ya fallecido. Las necesidades y el pensamiento positivo hicieron que este hombre de rasgos indígenas se dedicara a este tipo de trabajo.
Muchas de sus creaciones, según cuenta este sanjuaneño, están exhibiéndose en países de Europa y Estados Unidos. “En Nicaragua también hay, como en Granada, León,
Managua, Rivas, entre otros lugares. En algunas ocasiones las personas me traen algunas muestras de cómo quieren que les haga la figura en piedra, en otros casos son de mi creación”, comentó Gutiérrez.
En San Juan de Oriente se exhiben alrededor de unas 14 imágenes de piedra que fueron gestionadas hace años por el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) como una forma de dar mejor vistosidad al corredor principal de este legendario pueblo.
Hacer estas figuras no es nada fácil, pues se tiene que tener precisión a la hora de cincelarlas, a la vez que se sostiene con mucha fuerza, en cambio las imágenes pequeñas son sostenidas con los pies mientras se pica el trozo de piedra volcánica.
San Juan de Oriente ha sido considerado como el más representativo de la cultura artesanal nicaragüense por la variedad de trabajos en cerámica en barro que elaboran las manos laboriosas de sus habitantes y es uno de los pocos lugares donde se elaboran ídolos de piedra.
TODO UN TRABAJO DE VIDA
D on Teodoro Gutiérrez tiene 55 años, 47 de los cuales ha trabajado en el negocio de realizar obras en piedra. En su sencillo taller trabaja con su hijo mayor Juan Gutiérrez y su nuera Cinthya Jara.
Las rocas que utiliza como materia prima para sus obras son extraídas de las laderas de la laguna de Apoyo.
Con mi hijo hemos hecho muchas imágenes que son bastante difíciles, sin embargo nunca decimos ‘no podemos’, sino que seguimos adelante, lo más difícil es tallar la piedra. Sería bueno que hubiera una mayor publicidad para que tengamos muchos encargos”.
Teodoro Gutiérrez.
