El ambiente de zozobra y tristeza en que permanecía desde hace años la familia de Bernardo Tercero, en Posoltega, repentinamente se transformó en alegría. Una llamada telefónica, recibida a eso de las 11:30 a.m. de ayer, hizo que Franklin Tercero, hijo de Bernardo, saltara de alegría.
La abogada del equipo jurídico que defiende a Bernardo, con un español poco fluido, le informó a Franklin la suspensión de la ejecución de la pena de su progenitor, que estaba programada para hoy.
“Sentí un alivio en mi corazón”, fue la reacción de Lidia Tercero, madre de Bernardo. La mujer refirió que antes de eso “no me sentía bien, pero al recibir la noticia me quedé sin palabras y agradecida con Dios y la gente que ayudó”.
CORTE SUSPENDE EJECUCIÓN
La defensa del condenado fue informada ayer de que la Corte de Apelaciones Criminales de Texas (sur de EE. UU.) suspendió la ejecución luego de que acogió un recurso de los abogados de Bernardo, quienes alegaban que su defendido no había tenido un juicio justo.
La ejecución de Bernardo por inyección letal, quien ha pasado los últimos 15 años en el corredor de la muerte, estaba pautada para hoy. Bernardo fue condenado por el asesinato de Robert Berger, un maestro de preparatoria de 38 años, durante un asalto en 1997, al que terminó matando frente a su hija de 3 años.
Pero sus abogados alegaban que a su defendido se le negó un juicio justo, ya que los fiscales acusadores usaron las palabras de una testigo clave que posteriormente se retractó de sus declaraciones. Además, afirmaban que Bernardo no tenía aún 18 años en el momento del crimen, lo que lo haría inelegible para la pena capital.
El tribunal de Apelaciones suspendió la ejecución hasta que la Corte del condado de Harris en Texas revise los méritos de la impugnación, lo que podría demorar meses.
NUEVA DECLARACIÓN DE TESTIGO QUE MINTIÓ EN EL 2000
Los magistrados tomaron la decisión después de que una de las personas que testificó contra Bernardo reconoció que mintió durante el juicio, celebrado en el año 2000.
La mujer que cometió falso testimonio, Sylvia Cotera, confesó que la movieron sentimientos como la “furia”, el “dolor” y el “miedo” a meterse en problemas, según la nueva declaración presentada por los abogados de Bernardo ante la Corte.
El documento presentado por los abogados de Bernardo, Walter Long y Michael Charlton, es una nueva declaración de la mexicana Cotera, conocida del condenado y quien ahora se retractó del testimonio incriminatorio que brindó hace 15 años.
En ese entonces, Cotera dijo que Bernardo le había confesado que mató a Berger porque no llevaba dinero y eso le enfureció. También dijo que el nicaragüense había disparado porque la víctima le vio la cara y le hubiese podido identificar.
Finalmente, Cotera aseguró que tras confesarle el crimen, Bernardo la amenazó con quemarle la casa si acudía a la Policía y que por eso se mantuvo en silencio.
Ahora esta mujer reconoció que testificó porque “estaba furiosa con Bernardo”, ya que los investigadores le habían asegurado que el nicaragüense la había involucrado en el atraco: “Pensé que me iban a poner cargos a mí, mandarme a la cárcel y después deportarme, dejando a mis hijos solos. Todo por lo que dijo Bernardo”, aseguró. Por todo esto, Cotera declaró “cosas que no eran verdad” durante el juicio, según los abogados de Bernardo.
“Bernardo nunca me habló de la cantidad de dinero que robó ni que estaba enojado porque el señor no tenía mucho dinero. Lo que dije en mi testimonio sobre esas cosas no era verdad. Tampoco me habló que el señor lo miró y por eso tuvo que matarlo”, reconoció.
Además dijo que Bernardo nunca la amenazó. “Yo no dije nada a nadie por miedo a ponerme en problemas migratorios. Vivir en este país sin papeles es vivir con miedo.
Pero no me quedé en silencio por miedo a Bernardo, nunca tuve miedo de él”, aseveró ahora.
FAMILIA EMOCIONADA
Mientras tanto, la familia de Bernardo, emocionada y con la mirada en lo alto, se reunió de inmediato en el patio de la casa de la familia Tercero en el barrio Juan XXIII, en Posoltega para celebrar la suspensión de la ejecución.
“Habrá mucho más tiempo para revisar el caso, estaba totalmente aferrado a Dios”, expresó Franklin, quien a cada momento respondía llamadas telefónicas de sus familiares y amigos incluso desde España. Franklin espera ver a su padre si le otorgan la visa.
La Voz de Houston, por internet, refería todavía ayer que la ejecución del nicaragüense figuraba en la lista del Departamento estatal de Justicia Criminal, pese a las peticiones de clemencia de diferentes sectores, tanto en Nicaragua como en el exterior.
HAY QUE ESPERAR
A Nicaragua la información llegó en fragmentos. Peter Bellamy fue el primero en comunicarse con la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, quien le transmitió la suspensión de la ejecución.
Bellamy es una activista de derechos humanos de origen británico que coordina al grupo de activistas que trabajan junto con los defensores de Bernardo. Durante tres años ha mantenido coordinación con el Cenidh en los esfuerzos por obtener que se le respete la vida al condenado, explicó Núñez.
Consultado por LA PRENSA, vía correo electrónico, Bellamy refirió que “en este momento lo único que puedo decirte es que debido a que la nueva evidencia ha surgido acerca de la declaración de un testigo en el juicio original, el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Texas ha ordenado que el Tribunal de Primera Instancia (tome) en cuenta los méritos de esta evidencia para decidir si afecta sustancialmente la decisión del caso”.
Bellamy explica que “el Tribunal de Primera Instancia puede solicitar una audiencia de todas las partes o algún otro paso… es demasiado pronto para predecir esto”.
ROGATIVAS DE AYUNO Y ORACIÓN
El reverendo Omar Duarte, presidente de la Federación Evangélica Nicaragüense, informó a LA PRENSA que para hoy en Managua hay una jornada de oración en agradecimiento a Dios por la suspensión de la ejecución y “para que lo que comience lo termine y se haga un nuevo juicio”. Según Duarte, durante cuatro miércoles mantuvieron una jornada de ayuno y oración por la vida de Bernardo Tercero.
Igual que los evangélicos las Comunidades Eclesiales de Bases de Nicaragua también mantuvieron jornadas de oración y el lunes junto con el Cenidh se pronunciaron públicamente en rechazo a la pena de muerte. El padre José Mulligan lo consideró “una buena noticia, (pues) es lo que estábamos pidiendo con oraciones con las comunidades cristianas de base”.
El cardenal Leopoldo Brenes envió una carta al gobernador de Texas pidiendo clemencia. Igual que lo hizo el presidente inconstitucional Daniel Ortega, en una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El domingo Brenes presidió una misa en la catedral de Managua, donde rogó por un cambio de la aplicación de la justicia a Tercero.
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