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En medio de un bosque de 150 manzanas de extensión de la Reserva Estancia del Congo se observan varias familias de monos congos. LA PRENSA / R. VILLARREAL

Santuario del mono congo

A 90 kilómetros de Managua, una finca ganadera de 150 manzanas fue convertida en una reserva boscosa: ahí habitan 106 monos congos que conviven con otras 180 especies de fauna silvestre, entre aves, oso hormiguero y otros, además se encuentran 80 especies de árboles.

A 90 kilómetros de Managua, una finca ganadera de 150 manzanas fue convertida en una reserva boscosa: ahí habitan 106 monos congos que conviven con otras 180 especies de fauna silvestre, entre aves, oso hormiguero y otros, además se encuentran 80 especies de árboles.

Solentiname Tours-Discover Nicaragua y dueños de la reserva privada Estancia del Congo, hicieron el lanzamiento de una oferta turística denominada “Hagamos patria visitando una reserva”.

La finca fue comprada hace 20 años por Freddy Cruz Cortez, quien al encontrarse cuatro monos congos decidió cercar el área para evitar que los extinguieran y creó las condiciones para su conservación.

En el 2002 la finca fue certificada por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) como reserva privada y Cruz Cortez ha reforestado con tigüilote, capulín, mamón, mango, jocote jobo, coyolito y árboles de otras especies que proveen alimento a los monos.
También en esta reserva se aprovecha las abejas y ya se oferta miel.

El recorrido por este “museo vivo del mono congo” es de casi tres horas caminando sobre cuatro senderos, que incluye la observación de colonias de monos congos, plantas en peligro de extinción, colmenas de abejas.

Cruz Cortez detalló que todo el que llegue a la reserva en el mes de la patria (septiembre) tendrá la oportunidad de plantar un árbol de mango, cuya fruta dentro de unos 10 a 12 años servirá de alimento a los monos. “Vamos a conservar el nombre de quien plantó el árbol, como parte de la vivencia que el visitante tuvo en esta reserva que es un orgullo para los rivenses”, afirmó.

El nombre de la reserva surgió de un mito sobre un niño desaparecido, que supuestamente una bruja de la Isla de Ometepe aseguró a su familiar que estaba vivo y cuando el familiar llegó al lugar se encontró con un mono congo que se apartaba de la manada, lo seguía y lo miraba fijamente.

Luego en la finca apareció muerto un mono con cinco dedos en sus manos y una mano alzada y se han observado varios monos congos con cinco dedos, por lo que un grupo de universitarios optó por llamarle la finca El Congo y por esta mítica historia él le puso a la reserva Estancia del Congo.

La reserva Estancia del Congo se ubica en la carretera hacia la playa El Menco, cuya entrada es en el kilómetro 84.8 de la Panamericana sur, seis kilómetros al este o al lago. También puede preguntar por los paquetes turísticos que oferta Solentiname Tours.

OFERTA TURÍSTICA

Recorrido por los senderos durante tres horas (a las diez de la mañana y dos de la tarde) tiene un precio de 7 dólares o 200 córdobas. En la estancia puede colgar hamacas en los árboles, hacer el recorrido en bicicleta o montar a caballo.

En la reserva se venden alimentos con productos de la finca y asados de pelibuey. También hay cabañas con capacidad para alojar a 13 visitantes, las que se deben reservar con anticipación. Otra oferta es un recorrido en panga desde El Menco a la Isla Tinajas, por un precio de 15 dólares.

Departamentales Santuario del mono congo archivo

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