La premio Nobel de la Paz 2014, Malala Yousafzai, se mostró determinada en convencer a los líderes mundiales de priorizar la educación en los países afectados por conflictos armados.
Después de dirigirse a la Asamblea General de la ONU, Malala profundizó su mensaje, esta vez acompañada por cuatro jóvenes embajadoras por la educación relacionadas con su misión.
“Los líderes mundiales deben tomarse estos temas más en serio. Deben pensar en sus propios hijos y trabajar hacia mejorar la vida de todos los niños”, dijo Malala durante una rueda de prensa en la ONU.
ACOMPAÑADA DE MENORES
Cada una de sus acompañantes venía de un lugar donde la educación ha sido puesta de lado por conflictos violentos, como la guerra en Siria.
La joven pakistaní, que siendo niña fue víctima de un atentado talibán, espera que su rol como activista la ayude a generar cambios en la vida de todos los niños sufriendo a manos del terrorismo.
Se enfocó en los refugiados sirios y en las mujeres secuestradas por el grupo extremista nigeriano Boko Haram.
“La imagen de Aylan Kurdi en la orilla fue escandalosa”, dijo Malala, refiriéndose al niño sirio cuyo cadáver en una playa turca conmovió al mundo. “Lo que yo vi es que perdimos la humanidad ese día”, agregó.
LAMENTÓ FALTA DE ATENCIÓN A NIÑAS
Malala lamentó la falta de atención a las niñas durante las guerras y los conflictos internos y espera que todas las personas estén dispuestas a abrirles las puertas.
“Yo solo puedo ayudar a cien o doscientas niñas. Pero hay miles y pronto llegarán a los millones”, añadió.
“Necesitamos el interés del Gobierno. Necesitamos su inversión. Eso es lo que creo que falta”, aseguró.
Con tan solo 18 años, Malala habló ante la Asamblea General de la ONU para pedir cambios en la educación de los jóvenes en todo el mundo.
“Tienen mucho dinero para las armas, mucho dinero para los militares, pero cuando se trata de la educación no he visto el interés de los líderes mundiales”, concluyó.
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