Las casas que se construyeron en tiempos del exmandatario Arnoldo Alemán, en la zona de la Gran Reserva Indio Maíz, al sur de Nueva Guinea, para los guardabosques ya dieron su vida útil.
Ahora a los guardaparques, empleados del Ministerio de Recursos Naturales y del Ambiente (Marena), les toca pedir posada en casas particulares para cumplir con sus obligaciones de vigilar la reserva. Ángel Pérez y Antonio Torres, habitantes de la comunidad Montes Verdes, explican que los guardabosques tienen que dormir en hogares particulares por el deterioro de sus casas.
Mientras que los pobladores Ceferino Rodríguez y Luciano Pérez aseguran que el número de guardaparques viene en disminución. Recuerdan que hace unos 15 años eran como ocho empleados, pero ahora son dos, por lo que la vigilancia de los recursos naturales está siendo asumida por la misma población. “Porque somos beneficiados los pobladores de esas comunidades para no dejar que nuestras fuentes de agua se terminen”, comentó uno de ellos.
GESTIONAN MEJORAS
Luis Gaitán, delegado del Marena en Nueva Guinea, se negó a profundizar sobre las condiciones en que viven sus guardabosques, pero negó lo dicho por los campesinos y aseguró que existen siete guardabosques en toda la franja de la gran reserva.
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guardaparques existen en la zona sur de la Reserva Indio Maíz, según el delegado del Marena. Sin embargo, en algunas comunidades el número se ha reducido a dos.
“Me dijeron que las casetas donde descansan los guardabosques están malas, pero ya estamos iniciando una gestión con el Gobierno para construir estas nuevas casas y que los guardabosques tengan donde descansar”, aseguró el funcionario.
Lucas Oporta, habitante de la comarca El Majagua, dijo que en esa zona ahora solo trabajan dos guardabosques quienes duermen o bajo los árboles o en casas particulares, pues temen que les caigan encima las viejas construcciones que se alzaron hace 15 años, pero que ya caducaron.