El plan de expansión de generación eléctrica elaborado por el Ministerio de Energías y Minas (MEM) hasta el 2027, contempla la transformación de la matriz energética, de manera que el parque generador, en un ochenta por ciento utilizaría fuentes de energía primaria renovable, y un veinte por ciento permanecería con fuentes térmicas, pero este plan se vería afectado por la inestabilidad que presenta el proyecto hidroeléctrico Tumarín.
Así lo analiza el ingeniero Fernando Bárcenas Molina, especialista en temas energéticos.
El plan de expansión seleccionado de 2013-2027, significa la adición de 1,162 megavatios. De los cuales, 737 megavatios corresponden a proyectos hidroeléctricos; 131 a proyectos geotérmicos; 114 a biomasa (ingenios), cuarenta en eólicos, y 140 en plantas térmicas a base de Fuel Oil para regulación del sistema.
En este plan, Tumarín entraría a generar en 2019, y estaría ubicado en la cuenca hidrográfica del río Grande de Matagalpa. Sin embargo, dada la magnitud de este proyecto, concebido como una planta hidroeléctrica de 253 megavatios que operaría a filo de agua, crea un riesgo de desabastecimiento, si se mantiene en el plan de expansión con todas las incertidumbres y fallas que ha manifestado Tumarín para cumplir con las fechas de inicio de construcción de la planta, asegura Bárcenas Molina.
De igual forma, dice Bárcenas, si Tumarín no es descartado por sentido de responsabilidad del planificador, cualquier alternativa de generación que entre en el plan de expansión para cumplir urgentemente con los requerimientos de la demanda, podría producir un riesgo de exceso de la capacidad instalada si Tumarín decide a última hora construir la planta, lo que traería un sobrecosto imprudente para la tarifa.
BCIE sigue analizando
El director para Nicaragua en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Silvio Conrado, dijo la semana pasada que pese al escándalo de corrupción que involucra a la concesionaria del proyecto Tumarín en Brasil, continúan analizando la petición de financiamiento en el directorio.
Conrado, quien restó importancia a las denuncias periodísticas en el país sudamericano, dijo que mientras la empresa presente la documentación correcta y se ajuste a los requisitos solicitados por el BCIE, no ve ningún inconveniente en que autorice un préstamo.
Al ser cuestionado sobre el escándalo de corrupción en Brasil, que incluiría una sobrestimación del costo del proyecto, Conrado dijo: “El BCIE no puede estar viendo cada vez que se presentan (casos) en los medios (de comunicación)”.