Una comisión interinstitucional en la que se encuentra el Ministerio de la Familia (Mifamilia) ha intervenido en la comunidad donde habitan miembros de una supuesta secta en El Viejo, Chinandega, a fin de preservar los derechos de los niños en el lugar.
Así lo dio a conocer la secretaria del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
Murillo aseguró, a través de medios oficialistas, que la intervención del Estado fue “para garantizar los derechos humanos universales de la niñez, el derecho a la educación, a la salud y a crecer con el cuidado y protección de una familia”.
Aclaró que la intervención del Estado no tiene que ver con las creencias religiosas, pues en el país hay libertad de culto, “pero sí, tenemos que garantizar que tengamos absoluta certeza de que los niños que están allí son hijos o hijas de quienes dicen ser sus padres”.
“Dejamos claro que nuestra preocupación son los niños y que estamos allí velando por que se respete el derecho a los niños, a la salud, a la educación y sobre todo que garanticemos que los niños que allí se encuentran estén o con la autorización de sus padres o con sus padres”, insistió Murillo.
Afirmó que encontraron, por ejemplo, el caso de una niña que no estaba con sus padres y tampoco había un documento que demostrara que los padres se la habían entregado a esas personas. “Por lo tanto, tenemos que comprobar si son sus padres los que le acompañan”, manifestó Murillo.
La vocera del Gobierno también dijo que revisan si los pequeños en el sitio están nutridos, si han recibido las vacunas correspondientes, así como que reciban atención inmediata los que estén enfermos y que sean enviados a la escuela quienes están en edad escolar.
“Desde hoy (ayer) está allí una comisión interinstitucional garantizando que conozcamos toda esa información y que podamos atender a los niños”, sostuvo Murillo.
GRANERA: “SE ESTÁ TRABAJANDO”
Momentos antes la directora de facto de la Policía Nacional, primera comisionada Aminta Granera, aceptó que esa institución investiga en el sitio.
Aunque evitó responder directamente a las preguntas de los periodistas relacionadas con la supuesta detención o investigación a los líderes de ese grupo, Granera dijo: “Se está trabajando”.
Y ante la insistencia de los periodistas, Granera indicó: “Vamos a darles la información cuando nosotros consideremos que no se entorpecen (las investigaciones) al hablar del caso”.
El grupo de personas que se encuentra en la comarca Venecia, en el municipio de El Viejo, Chinandega, es identificado como miembros de la supuesta secta denominada Cuerpo Místico de Jesucristo. Ellos confirman la detención del líder. “Quien no la debe no la teme, nuestro ungido Javier Sánchez regresaba de Honduras y unos 17 más con él, tres familias hondureñas que se dirigían a Venecia, pero las autoridades los trasladaron a Managua”, refirió José Santos García, integrante del movimiento que predica el rapto o arrebatamiento.
Extraoficialmente se informa además que son investigados presuntamente el hondureño Carlos Antúnez, pastor en Masatepe, Masaya, pero que llegó a Venecia con el grupo de seguidores, así como los nicaragüenses Samuel Fúnez, Eliazar Fúnez y Justo Reyes, detenidos en la frontera El Guasaule.
EN LO QUE CREEN
Según los congregados y seguidores de Sánchez, a quien consideran el ungido que guía al pueblo de Dios para el segundo pentecostés, este les dejó el mensaje que le dieron siete ángeles en una nube en un lugar de Tucson, Arizona, que como Juan el Bautista, es precursor de la segunda venida de Cristo.
Sánchez, quien es identificado como el líder de los miembros de Cuerpo Místico de Jesucristo, es originario de la Mina El Limón.
Los seguidores de Sánchez son personas de aspecto humilde provenientes de Plan de Grama, Aguascalientes y San José de Bocay, en Jinotega; Masatepe y Nandasmo en Masaya; León y comarcas de Chinandega. Además de seguidores de Guatemala y Honduras.
Una fuente policial aseguró que supuestamente se trata de la misma secta que en diciembre de 2013 provocó la muerte de 11 personas en Ayapal y que tiene sus bases en las profundidades de las montañas.
VENDEN LO QUE TIENEN
Los seguidores de esa supuesta secta religiosa han vendido sus propiedades para entregarlas en “ofrendas”, tal es el caso de las siete manzanas de tierra donde está reunido el grupo y otras seis manzanas cercanas que alquilan para cultivar granos. La presencia policial y de instituciones del Estado ha sido desagradable para los congregados, porque, aseguran, se les llevaron una caja con fondos monetarios.
“No somos delincuentes y vinieron a romper los roperos. La llave la andaba el pastor”, denunció Delia de los Ángeles Alvarado. En el lugar detectaron un caso de varicela. Los miembros de ese movimiento descartaron la autoflagelación, así como que vaya a ocurrir una tragedia masiva.
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