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Román “Chocolatito” González defenderá por tercera vez su corona de las 112 libras del CMB ante el hawaiano Brian Viloria en Nueva York. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE

“Chocolatito” reflexiona sobre su pelea con Viloria

El destino me tenía preparado el ser boxeador, por eso nací en una familia llena de boxeo, por eso crecí en medio de la pobreza para que el hambre me impulsara, por eso mi papá sin pensar lo que sería, me enseñó los primeros pasos del boxeo y, sobre todo, por eso es que Dios puso en mi camino a mi ídolo, mi mentor: Alexis Argüello.

El destino me tenía preparado el ser boxeador, por eso nací en una familia llena de boxeo, por eso crecí en medio de la pobreza para que el hambre me impulsara, por eso mi papá sin pensar lo que sería, me enseñó los primeros pasos del boxeo y, sobre todo, por eso es que Dios puso en mi camino a mi ídolo, mi mentor: Alexis Argüello.

Si yo no fuera boxeador es probable que hubiera estudiado Computación o Diseño o tal vez seguiría vendiendo Pinesol como lo hice de niño o botando basura, muy orgulloso en esos días por ganarme mis primeros centavos.

Cuando hay fama siempre surgen muchas tentaciones o distracciones, yo estoy consciente que la fama no es lo importante en la vida, ni siquiera me dejará una cartita de despedida, y venir a Costa Rica con todo mi equipo fue una buena decisión.

Yo siempre me he dado cuenta que por un lado me pueden esperar los cielos de la gloria si me cuido y en un medio descuido podrían aparecer los abismos de la ruina. Por eso trato de ser una buena persona integralmente, ahí en el ring no está Román, está la inspiración de un pueblo, el anhelo de una familia y no quiero fallarle a nadie ni a mí mismo. Así que Brian Viloria se las verá muy difícil en el ring contra mí.

Hasta este momento considero que he alcanzado la madurez de mi carrera. Con 28 años ya no digo lo que pienso sin pensar lo que digo. Sé que uno no vale por lo que gana ni por lo que tiene, el verdadero valor está en las acciones, en el legado que le voy a dejar a mis hijos. Con esto no quiero decir que no me gusta el dinero, ¡al contrario!, es muy necesario y ahorita con esta pelea ganaré la bolsa más grande de toda mi carrera.

A veces creo que sin el boxeo me sentiría más solo que Adán en el Día de las Madres, pero sé que llegará el momento del retiro, aquel día que me toque perder y tendré que decir adiós, que pienso hacerlo a los 35 años. Estoy preparado para eso, siempre surge un boxeador más joven y de más cualidades, así como ocurrió con Iván Calderón.

No ha sido fácil todo esto, parece sencillo correr cerca de diez kilómetros sobre una cumbre que llega al firmamento, como fue el Parque Eólico. Ahí se corta el aire, tiemblan mis piernas, uno quiere detenerse, pero recuerda que tiene una responsabilidad en los hombros por ser el mejor boxeador del planeta.

Este 17 de octubre ante Viloria mostraré todos mis recursos, para eso he sufrido mucho en este entrenamiento. No es posible controlar el resultado, pero sí mi esfuerzo personal.

Muchos coinciden que la grandeza es la capacidad de enmascarar la dificultad de una tarea con el fin de que lo complicado parezca fácil, Viloria no es sencillo y mi boxeo tampoco.

Soy el que está en la cima, que tiene presente sus orígenes y por eso no me dejaré robar por Viloria todo lo que he conseguido.

Transcripción: German García

Deportes Brian Viloria Chocolatito reflexiona archivo

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COMENTARIOS

  1. felix
    Hace 8 años

    que bonita entrevista me gusto por su profundidad espero que les sirva a ese monton de boxeadores que solamente sirven para ponerse los guantes sin usar la cabeza, cuando el cerebro no domina el cuerpo este no respondera nunca ,piensen en la poliomelitis sino se usa el cerebro se enquilosa y no responde,constancia, disciplina pero liberacion mental es lo principal

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