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Las finanzas del INSS hasta agosto Economía y desarrollo

Al mes de agosto el INSS muestra un superávit global de efectivo de 55.1 millones de córdobas. Este resultado obedece a que los ingresos totales han crecido a una tasa interanual de 18.1 por ciento hasta alcanzar los 12,365.5 millones de córdobas, mientras los egresos totales, incluyendo gastos operativos e inversiones en activos no financieros, se han incrementado a una tasa del 16.2 por ciento, y alcanzaron un monto de 12,310 millones.

Al mes de agosto el INSS muestra un superávit global de efectivo de 55.1 millones de córdobas. Este resultado obedece a que los ingresos totales han crecido a una tasa interanual de 18.1 por ciento hasta alcanzar los 12,365.5 millones de córdobas, mientras los egresos totales, incluyendo gastos operativos e inversiones en activos no financieros, se han incrementado a una tasa del 16.2 por ciento, y alcanzaron un monto de 12,310 millones.

Los ingresos han crecido con fuerza debido al incremento en las cotizaciones, lo cual obedece en parte al incremento de uno por ciento en el aporte patronal —que con el aumento de 2014 ya representa un aumento acumulado de dos por ciento—, en parte al crecimiento en el número de ocupados formales, y en parte a una campaña de afiliación verdaderamente masiva que incluyó miles de visitas casa por casa y establecimiento por establecimiento,

Por el lado de los egresos, los gastos operativos crecieron a una tasa interanual del 19.3 por ciento. Dentro de estos, las remuneraciones de los trabajadores del INSS se incrementaron en 22.5 por ciento, la compra de bienes y servicios aumentó en 22.9 por ciento, mientas que el pago de pensiones y prestaciones solo se incrementó en 16.6 por ciento.

Las erogaciones o gastos totales crecieron a una tasa menor que la de los gastos operativos porque las inversiones en activos no financieros se redujeron en -41.2 por ciento.

Es decir que la contención en el crecimiento en el pago de pensiones y prestaciones sociales a los pensionados y beneficiarios, y la drástica contracción de las inversiones en activos no financieros, se han convertido en las principales variables de ajuste para restringir el crecimiento de las erogaciones totales.

Pero lo ocurrido hasta agosto no constituye un buen predictor de lo que sucederá a fin de año. En noviembre-diciembre, el pago del doble aguinaldo a los empleados del INSS y del décimo tercer mes a los pensionados va a agregar un peso negativo adicional de unos mil millones de córdobas, por el lado de los egresos, al balance financiero del INSS.

Hemos realizado un ejercicio simple de simulación asumiendo que se mantienen las mismas tendencias que han prevalecido hasta agosto, y que en noviembre-diciembre se paga el doble aguinaldo y el décimo tercer mes a los pensionados.

La simulación nos arrojó un déficit operativo de 227.1 millones de córdobas a fin de año y, si asumimos que las Inversiones en activos no financieros terminan el año reduciéndose en 41 por ciento respecto a 2014 y alcanzan los 431 millones de córdobas a diciembre, el INSS resultaría con otro año de déficit global que en nuestra simulación, al agregarse el gasto de inversión al déficit operativo, alcanzaría los 658 millones de córdobas.

Si los ingresos por intereses no siguen siendo iguales al promedio de los percibidos en enero-agosto, como hemos supuesto en nuestro ejercicio, sino que resultan cien millones de córdobas menores, el déficit alcanzaría los 758 millones de córdobas. Lo mismo sucedería si las inversiones en activos no financieros se expanden en cien millones de córdobas, respecto a nuestra simulación.

Las reformas paramétricas efectuadas en diciembre de 2013 estaban supuestas a extender la solvencia del INSS hasta el año 2036. Se suponía que las mismas permitirían generar importantes superávit anuales desde 2014 hasta 2031, los que se acumularían en su fondo de reserva, el cual le permitiría sobrevivir hasta 2036.

Pero no se están generando los grandes superávit esperados y las finanzas del INSS siguen mostrando una elevada sensibilidad frente a la mínima desaceleración en los ingresos o aceleración moderada de los egresos, lo cual rápidamente genera déficit. El INSS sigue asumiendo responsabilidades que competen al presupuesto.

Si a ello se agrega que la relación pensionados/cotizantes empeorará con alguna rapidez en la próxima década al acelerarse el proceso de envejecimiento de la población, parece incierto que la solvencia del INSS pueda extenderse tanto.

*Economista [email protected]

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