El jueves pasado cuando desautorizó las declaraciones de su colega Alba Palacios sobre el retiro para su revisión de la Ley de Seguridad Soberana, no fue la primera vez que Edwin Castro contraría a un diputado de su misma bancada.
A inicios de marzo de este año, Castro negó que el ahorro por la baja de los precios del petróleo sería destinado para reducir la tarifa energética, como lo había revelado un día antes su homólogo y presidente de la Comisión de Economía, Wálmaro Gutiérrez.
En esa ocasión Castro hasta dijo que era absurdo bajar la tarifa energética, porque el combustible solo es una parte del costo de esa tarifa, explicó en ese momento.
Sin embargo, a finales de ese mes, se cumplió lo que había dicho el diputado Gutiérrez, cuando el ejecutivo envió la iniciativa de Ley de Variación de la Tarifa de Energía Eléctrica al Consumidor, que destinó el 35 por ciento del ahorro que deja la caída de los precios del petróleo a aliviar la tarifa de los consumidores de más de 150 kWh y el resto de sectores.
CONTROL VERTICAL DEL FSLN
El jefe de la bancada Alianza del Partido Liberal Independiente (Bapli), Wilber López, quien participa en las reuniones de Junta Directiva junto con Castro, explicó que debido a que el FSLN ejerce un control vertical en todas las instituciones del Estado, Castro representa ese control a nivel del legislativo.
Él (Castro) es la voz del Frente Sandinista en la Asamblea Nacional y todo se hace con la dirección vertical del partido, manifestó el diputado López.
Según López, en la junta directiva no se propone nada sin que Castro no lo haya planteado antes.
La diputada del PLI y segunda vicepresidenta de la Asamblea, María Eugenia Sequeira, expresó que Castro representa el poder absoluto del FSLN en la Asamblea Nacional.
Él recibe orientaciones directas de Rosario Murillo y es obediente, manifestó Sequeira.
Castro desmintió a Palacios quien había expresado el martes que la Ley se Seguridad estaba en revisión.
DIPUTADOS DEL FRAUDE
El partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) logró mayoría de diputados en la Asamblea Nacional, con el fraude electoral de 2011, cuando la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE) señaló un retroceso en la calidad democrática de los procesos electorales en Nicaragua, por la escasa transparencia y neutralidad con que fueron administradas las elecciones presidenciales de 2011.
El FSLN tiene 63 diputados.
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