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“Segundos antes de entrar en el escenario soy un manojo de nervios, pero una vez en escena lo que quiero es transmitir y tocar a la última persona que me ve, no con un afán de diva para que me vean bailar”. Gloria Bacon, bailarina.

“El arte no es un cuerpo”

“Soy costeña, mujer negra, y bailarina”, dice la blufileña Gloria Bacon Hodgson al retratarse y revelar que primero llegó al mundo del baloncesto y después a la danza contemporánea donde lleva 35 años.

“Soy costeña, mujer negra, y bailarina”, dice la blufileña Gloria Bacon Hodgson al retratarse y revelar que primero llegó al mundo del baloncesto y después a la danza contemporánea donde lleva 35 años.

Bacon Hodgson ahora se ubica como bailarina de primera generación de La Compañía de Danza Contemporánea de Cámara de Nicaragua, eso la hace sentirse “pionera” de este género.

De su histórica graduación de 1984, recuerda a sus compañeros Guillermo Márquez (fallecido), Eligia Espinoza y Félida Gaitán, que ya no bailan. Yadira Alemán y Alenka Díaz.

—¿Pero, cómo llegastes al mundo de la danza? “De forma accidental —responde Bacon Hodgson—, porque era jugadora de baloncesto en Bluefields, después del terremoto de 1972”.

Años después regresó a Managua para estudiar decoración de interiores en la Universidad Politécnica (Upoli), y se integra al equipo de baloncesto femenino que entrenaba Apolonio Palacios. “Con él fuimos a Panamá a defender los colores de la Universidad”, dice con orgullo.

Sus inicios

Antes de 1979 se integra como bailarina aficionada al grupo de folclor Nandayosi, y se presentaban en los barrios orientales de Managua.

Entre sus compañeros se encontraban Tito Aguirre y Donaldo Aguirre. Al darse el triunfo de la Revolución ingresa a la recién creada Escuela Nacional de Danza.

Su primeros maestros en danza contemporánea fueron la mexicana Evangelina Villalón, y el cubano Gerardo Lastron, de este recuerda la frase de ánimo: “Vos podes Gloria; y no te olvidés de tus raíces”, le repetía.

También admira a la finlandesa, Tarja Rinee, por su filosofía de vida en la danza y “su manera de ser es inspiradora”, resalta.

Para estos años funda el Colectivo de Danza Moderna 19 de Julio, y participa en las brigadas culturales, presenta su espectáculo danzario junto con otras bailarinas en las fronteras de Nicaragua, entonces en guerra. Y llevan otras funciones en parques y otros sitios.

Crea el festival de danza

En 1991, Bacon Hodgson decide crear su Escuela Espacio Abierto, su idea es que los bailarines y bailarines tuvieron un espacio danzario para formarse, experimentar y dar a conocer sus talentos.

Su otro gran salto fue la creación del Festival Internacional de Danza Contemporánea, que este año lleva su 21 edición. Han asistido de Iberoamérica, Europa y Estados Unidos.

“Tuvimos bailarines de la Ópera de Paris; a Teresa Nieto de España; la Compañía Barro Rojo, de México; Paola Lorenzana de El Salvador; y otros grandes artistas”, destaca Bacón Hodgson.

Como bailarina y coreógrafa representó a Nicaragua en el Festival de Montagne Pelée, en Francia; en festivales de Finlandia, Alemania, Unión Soviética, México, Venezuela, Ecuador y Centroamérica. “Me llena de orgullo, saber que he sido una embajadora cultural del país”, expresa con entusiasmo.

Más de 50 coreografías

“El acierto de un buen coreógrafo es sacarle al intérprete lo que tiene”, sostiene Bacon Hodgson, quien lleva más de cincuenta coreografías montadas en varios espectáculos, entre ellos El Güegüense, Raíces, Amores de Abraham, El Pergamino de la Seducción, y Alicia en el País de las Maravillas.

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Y en las galas de los últimos cuatro años de la Universidad Americana; por igual se ha destacado su dirección artística de las obras, Chicago, Romeo y Julieta, y El Jorobado de Notre Damme. También recordó el montaje junto con su hija Nicole Alena Landau de la obra Correspondencia. Su hija cantó, y ella bailó.

Su más reciente participación, como directora artística, fue en la Canción Profana, un libreto de Iván Argüello que fusionó poesía, danza, teatro y música, presentada con éxito en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío, y en León.

Raíces y ritmos

El ser parte de los espectáculos de Africanto que se han realizado en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío, le ha llenado de gran satisfacción, confiesa, porque ha sido “reencontrarse con los ritmos y raíces de los artistas del caribe de Nicaragua”.

Bacon Hodgson, por igual ha dedicado tiempo para estudiar los orígenes y actualidad del Palo de mayo, retomar referencias de los historiadores Johnny Hodgson y Donovan Brautigam; y concebir la danza como arte, aptitud en la vida, cultura y experimentación constante.

Expresiones multiculturales que ha transmitido en ponencias en el Seminario Regional Las Mujeres Afrodescendientes, en Uruguay; y en el III Festival Internacional de Mujeres, de Ecuador.
Bailará “a los noventa”

A propósito de opiniones de personas que han dicho que “se debería de retirar de la danza porque ya se le pasó el tiempo”, Bacon Hodgson, les responde: “El arte no es un cuerpo, sino que trasciende a la mente”.
Luego agrega: “Puedo llegar a los 90 años bailando, haciendo arte, ¿por qué no? ¡Ojalá llegue a los 100!”, se anima.

Y recuerda a dos íconos del mundo del ballet contemporáneo, ejemplos a seguir, la bailarina cubana Alicia Alonso que a sus 95 años aún dirige su compañía; y al bailarín letonio-soviético, Mijaíl Nikoláyevich Barýshnikov de 67 años, que sigue activo.

Pero la persona que destaca emotivamente es a su madre Eileen Hodgson. “Ella es una mujer que le ha tocado bregar fuerte y salir adelante, y sigue activa en la vida”, resalta con dignidad, Bacon Hodgson.
Cuestiona machismo

“Ser auténtica, estudiar, documentarte, ser disciplinada en los ensayos, ser humilde, tener rigor, cuidar tu cuerpo, y reconocer que cada día tenés algo nuevo que aprender de todo mundo, son las cosas más importantes para obtener éxito en la danza”, valora esta maestra quien lleva más de dos décadas en la enseñanza.

Cuestiona la conducta machista, retrógrada y falta de ética que invisibiliza y denigra a la mujer, y que no valora el potencial de su alma artística y de trabajo tenaz.

“Nuestros trabajos han sido muy investigativos pero también muy experimentales, con temáticas sociales que importan”. Una de sus obras, Mujeres desoladas, toca el tema de la violencia y machismo.

Sueños y reconocimientos

El sueño de Gloria Bacon Hodgson de fundar una compañía de danza contemporánea se ha realizado. Este año formó Artempo, con las bailarinas Saphja Ibarra, Kathya Rodríguez, Marjourie Cáceres, Scarllete Solórzano, Katya Jiménez, y Celina Gallo, y ya ha montado varios show en eventos privado y públicos.

Para el próximo año tiene preparado un espectáculo con el grupo Artempo, en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío. Y el XXII Festival Internacional de Danza Contemporánea.

La vida, dice Bacon Hodgson, también le ha dejado reconocimientos de alumnos y amigos de la Academia Nicaragüense de la Danza, por igual cuando recibió la Orden Independencia Cultural Rubén Darío; y cuando fue nombrada Embajadora de Cultura, por la Unesco.

Tome nota

La Escuela Espacio Abierto presentará el espectáculo La danza y las décadas, miércoles 25 de noviembre, 6:30 p.m., Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío.

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