La herencia de mi padre me ha dado todas las riquezas que he tenido en mi vida. Me dio la poesía, me dio mi amor a Granada, me dio el amor a Nicaragua, la valoración de la historia de Nicaragua, la valoración de la historia de Granada, mi amor al arte y me dio la valoración de la amistad.
Mi padre me heredó también sus grandes cariños, sus grandes amistades, esas amistades que nunca salieron de su corazón y que nunca lo sacaron de su corazón: Rodolfo Sandino Argüello y René Sandino Argüello fueron siempre amigos inseparables, amigos entrañables de mi padre.
Yo nací amando a Rodolfito Sandino, al poeta Rodolfo Sandino Argüello que publicó un bellísimo libro de poemas que se llama Muriendo Abril , que acompañó a mis padres en la Cooperativa Religiosa Unidos en Cristo, CRUX; que acompañó a mis padres, junto con Federico Argüello, de la Compañía de Jesús, junto a Gonzalo Meneses, que fue el primer amigo y hermano que tuvo mi padre toda su vida; que acompañaron a mi padre a construir la Ermita de Caña de Castilla, la escuela de Caña de Castilla, para enseñar a leer a los niños de la comunidad. Y Rodolfito también estuvo en las primeras reuniones cuando mi padre empezó la fundación de Juventud Conservadora.
Después me hice viejo admirando los tesoros que me entregaron siempre mi padre y sus amistades. Rodolfito Sandino me enseñó también todo lo que me enseñó mi padre, porque era como mi padre, como René Sandino, como Gonzalo Meneses, como Pepe Sandino Arellano, como José Joaquín Cuadra, como Jorge Eduardo Arellano, como Pablo Antonio, como José Coronel, como el padre Silverio Cuadra, de la Orden de los Guardadores del amor a la poesía, el arte, la cultura, del amor a Granada y del amor a Nicaragua y del amor a la amistad.
Rodolfo Sandino fue miembro de la Directiva del Festival Internacional de Poesía de Granada y nosotros vamos a sentir su ausencia con la fuerza de su alma.
Tenemos que releer vida y ejemplo de vida de Rodolfito, tenemos que releer y admirar su poesía, tenemos que admirar su vida de fiel esposo de la extraordinaria mujer que es Janet Matamoros, su vida de padre amoroso, y tenemos que padecer la ausencia de sus consejos, de su sabiduría, de su malicia.
Rodolfo Sandino Argüello fue uno de los hombres más eminentes de Nicaragua y yo me siento muy orgulloso de haber tenido su cariño, su amistad, su confianza; me siento dichoso de haber nacido amándolo y de haberlo querido hasta el día de su muerte. El autor es poeta, presidente del Festival Internacional de Poesía de Granada.
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