Una nueva controversia ha surgido entre los ganaderos y la industria láctea: se acusa a las plantas de desestimular el consumo de leche fresca con la comercialización de mezclas que elaboran con leche en polvo importada, suero y grasa vegetal.
“Por la vía administrativa vamos a demandar que se cumpla la ley de etiquetado y de defensa al consumidor ya que no pueden colocar en los mismos estantes que la leche esas mezclas que no lo son, sino productos que intentan llegar a los componentes de la leche sin serlo”, dijo Álvaro Vargas, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic).
Según los ganaderos, estos productos utilizan publicidad engañosa para que el consumidor crea que está comprando leche. “Ni Matilde ni Nutri Lety son leche, entonces además de engañar al consumidor afectan el acopio porque el consumidor compra lo más barato, por tanto es una competencia desleal”, afirmó Vargas.
La próxima semana representantes de los gremios productivos entregarán cartas al Gabinete de Producción, Consumo y Comercio solicitando que se aplique lo establecido en los nuevos reglamentos técnicos aprobados por el Comieco (Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana) para ordenar el mercado de lácteos en la región. Estos no pretenden sacar del mercado las mezclas, sino que en sus etiquetas se describa claramente su descripción y contenido para que el consumidor sepa que no es leche.
“Dichos reglamentos ya están vigentes y son de adopción obligatoria para todos los países. La semana pasada se realizó aquí en Nicaragua un taller de interpretación al que asistieron las autoridades normadoras, la industria y las organizaciones de productores para que todos estén claros de las formas de interpretación de los términos lecheros”, detalló Willmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac).
Además, entregarán otra carta a las organizaciones de defensa de los consumidores, instándolos a que intervengan de acuerdo a sus facultades, en la colocación de productos en los supermercados.
Aunque los reglamentos no lo contemplan, estos productos no pueden ser colocados en los anaqueles asignados a la leche. “Poner ahí esas mezclas se convierten en un mecanismo de inducción a la compra del producto”, sostuvo Fernández.
SIN IMÁGENES DE VACAS
Según Willmer Fernández, presidente de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), de acuerdo a los nuevos reglamentos de ordenamiento del mercado lácteo en Centroamérica, en sus nombres, empaques y etiquetas las mezclas lácteas no pueden usar la palabra leche ni la imagen de vacas.
“El reglamento es bien claro, por eso nosotros hicimos el taller para que el Mific (Ministerio de Fomento, Industria y Comercio), el Ministerio Agropecuario y las plantas industriales estén claros de lo que se puede y no hacer”, manifestó Fernández.
Para Canislac el mayor problema no es que la comercialización de estos productos afecte el acopio de la producción de leche fresca, sino que se está engañando a los consumidores. “En algunos casos sin saberlo y en otros porque las empresas no estaban claras de la forma de etiquetar”, sostuvo.
“El cambio no puede ser drástico, aunque algunos países lo han hecho así. Pero hay que darles un tiempo prudencial para que agoten su inventario de etiqueta para que luego etiqueten de acuerdo al nuevo reglamento ”.
Willmer Fernández, presidente de Canislac.
