14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¡Supercomidas!

Para producir frutos grandes y jugosos sin que pierdan su textura y mantengan todos sus nutrientes, el doctor en biotecnología Eleázar Escamilla Silva, desarrolló en el Instituto Tecnológico de Celaya (México-ITC)

Las nuevas tecnologías aplicadas a la alimentación están consiguiendo que las comidas y bebidas que consumimos a diario excedan, cada vez más, de la tradicional definición de los alimentos como cada una de las cosas o sustancias que los seres humanos y los animales toman o reciben para subsistir.

Elaboradas, cultivadas o producto de la granja o la pesca, las comidas y bebidas de última generación están dotadas de propiedades saludables y protectoras, ausentes en su forma más básica o natural, o de componentes destinados a preservar y multiplicar sus nutrientes, son auténticos superalimentos, como muestra una breve recopilación de las investigaciones más recientes.

Para producir frutos grandes y jugosos sin que pierdan su textura y mantengan todos sus nutrientes, el doctor en biotecnología Eleázar Escamilla Silva, desarrolló en el Instituto Tecnológico de Celaya (México-ITC), un proceso biológico para producir fitohormonas (hormonas vegetales), un sesenta por ciento más económico que los métodos actuales.

Mediante esta técnica, basada en un hongo que secreta fitohormonas de forma líquida, se logra producir, entre otras, el ácido giberélico, una hormona del crecimiento muy activa, que se agrega a los cultivos, ayuda a que las plantas y frutos aumenten su tamaño y actividad antioxidante y sean más resistentes, y se aplica a frutas como uvas, manzanas, fresas y cítricos.

ESPAGUETI CARDIOSALUDABLE

Investigadores de la Universidad de Granada (UGR), del Centro Tecnológico de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (Cidaf) y las universidades italianas de Bolonia y del Molise, están desarrollando una pasta elaborada con harinas del grano de cereal entero de la cebada, que contiene más fibra, antioxidantes y proteínas que la pasta normal y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según la UGR.

“Un solo plato de esta superpasta permite cubrir el setenta por ciento de la dosis de betaglucanos, una fibra soluble que influye positivamente en los niveles de glucosa y de colesterol en el organismo, recomendada por la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA)”, según indica la química Ana María Gómez Caravaca, autora principal del proyecto e investigadora la UGR.

GUISANTES MÁS DIGESTIBLES

Un equipo de investigación internacional, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), obtuvo guisantes que facilitan la digestión de las proteínas, al conseguir que estas leguminosas tengan un contenido reducido o nulo de unos compuestos denominados inhibidores de proteasas, que bloquean la digestibilidad proteica.

“Estos guisantes no difieren de los convencionales al ser percibidos por los sentidos, no han sido obtenidos mediante modificación genética, sino cruzando plantas silvestres y cultivadas, y pueden ser utilizados de manera eficaz en la elaboración de piensos para animales”, según Alfonso Clemente, investigador del CSIC en la Estación Experimental del Zaidín en Granada.

PESCADOS MEJOR CONSERVADOS

Estudiantes del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos, de la Universidad Nacional de Colombia (UN), desarrollaron “nuggets”, “luncheon fish” (carne compactada en un bloque) y filetes de los peces cachama, yamú, bocachico y tilapia, añadiéndoles unos compuestos elaborados con corazas de crustáceos, aceite esencial de laurel y extracto de propóleo, que impiden la actividad microbiana y son antioxidantes.

“Este compuesto se usa para recubrir los alimentos, además de alargar la vida útil del producto por más de 15 días”, según el profesor de Ciencia de Alimentos, Héctor Suárez Mahecha, de la UN.

CÁPSULA VEGETAL

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrollaron microcápsulas a partir del mucílago o jugo viscoso de las plantas nopal y sábila para alargar la vida de los compuestos alimenticios.

El proceso consiste en desecar el mucílago, convertirlo en un polvo extremadamente fino y utilizarlo para fabricar unos balones microscópicos, en cuyos
núcleos se encapsulan y conservan los compuestos o
sustancias activas.

Una vez rehidratados, los microbalones liberan los compuestos nutricionales y antioxidantes de su interior, “por lo que podrían agregarse a una bebida mejorando sus propiedades”, según el doctor Luis Medina Torres, líder de la investigación.

Salud alimentación consumo Dieta salud archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí