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Iván de Jesús Pereira

¿Dictadura o tiranía?

A principios de este mes, el secretario de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, dirigió a la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, señora Tibisay Lucena, una carta demoledora, defensora de los principios democráticos del continente, que se aleja de la política cómplice de Insulza y me recuerda la OEA de los años de 1978, cuando la Comisión Interamericana de ese organismo vino a Nicaragua y me liberó de las cárceles de la dictadura de los Somoza.

Ante el rechazo del ofrecimiento de observación electoral de la OEA en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, le dice Almagro: “No objeto que usted muestre una posición política pero supongo que tiene absolutamente claro que el trabajo de justicia electoral trasciende completamente de ese tipo de posiciones y requiere ponerse al frente de las garantías exigidas por los partidos, sean del Gobierno o de la oposición”, dice Almagro en su carta a Lucena.

Define su papel y le recuerda sus compromisos tanto nacionales como internacionales: “Usted está a cargo de la justicia electoral, usted es su garante, en usted deben confiar todos, todos los partidos, todos los ciudadanos y toda la comunidad internacional porque Venezuela tiene obligaciones con la democracia que trascienden a su propia jurisdicción . Una elección necesita que todos los actores involucrados , ciudadanos, partidos, prensa y sociedad civil en general tengan asegurados el más pleno goce de todos sus derechos civiles y políticos”

Define el papel de la OEA: “Usted nos ha visto insistir para realizar una observación electoral porque es nuestro trabajo velar por la justicia electoral de la región, porque la justicia electoral es requisito para el buen funcionamiento de una democracia y para garantizar el más pleno respeto a los derechos civiles y políticos de todos y cada uno de sus ciudadanos”.

Acepta y defiende el pedido de la oposición Venezolana recordándole sus obligaciones: “La oposición de su país nos ha pedido reiteradamente que la misma se realice y, como ya lo expresara, las garantías usted se las debe también a ellos, pues su Gobierno tiene muchas formas de asegurarse que el resultado sea justo. Y no es que esta sea una pretensión destemplada, es una obligación suya, legal y moral. Es una obligación del CNE pero también es una obligación de la OEA.

“Si yo mirara para otro lado ante el reclamo de la oposición de su país y de la comunidad internacional estaría faltando a mis deberes esenciales. Si usted no dispone de mecanismos que aseguren una observación que tenga la más plena garantías para su trabajo, usted está faltando a obligaciones que hacen a la esencia de las garantías que debe otorgar”.

“Su trabajo es velar por elecciones justas y transparentes que se desarrollen con máximas garantías. Esto implica velar por esas garantías desde meses antes de las elecciones. Es lo necesario y hacer lo necesario es una cuestión de justicia electoral”.
Le presenta los fundamentos de la exigibilidad de condiciones y garantías de justicia electoral:

“En un contexto de elevada polarización política y desconfianza, las autoridades electorales, lejos de garantizar condiciones de plena igualdad entre los postulantes, reproducen el discurso oficial y aumentan la desconfianza del electorado opositor sobre las elecciones e instituciones del país”.

“Como dijo uno de los líderes políticos del Uruguay de inicios del siglo XX, Don José Batle y Ordóñez: ‘No es que el pueblo nunca se equivoque, sino que es el único que tiene derecho de equivocarse’. El pueblo tiene que tener las máximas garantías de libertad para expresarse; y los partidos políticos así como los políticos tienen que tener las mayores garantías para ser elegidos. Cualquier obstáculo en este sentido limita la acción política en su más amplia expresión, limita los derechos del pueblo, los derechos de los partidos y los derechos de los ciudadanos que ejercen la política”.

La carta, que fue redactada ante la situación antidemocrática que vive Venezuela, bien pudo ser redacta para nuestra realidad o la realidad de otros países de la región que sufren la restricción de nuestros derechos fundamentales. Ojalá la oposición de Nicaragua tome nota y la haga suya.

El autor es jurista.

Opinión dictadura OEA tiranía archivo

COMENTARIOS

  1. pedro meza
    Hace 8 años

    La oposicion Nicaraguense esta aletargada esta “dunda” el año ya practicamente se fue y ha sido un total fracaso la presion para cambiar a los magistrados del CSE . las marchas han sido raquiticas el efecto no ha sido el deseado y para colmo pesima accion internacional . tienen que ponerse las pilas de lo contrario es el ataud de las fuerzas civicas.

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