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Personal de seguridad maliense traslada uno de los cuerpos del interior del lujoso Hotel Radisson Blu, en Bamako, capital de Mali. LA PRENSA/AFP

Atentado en Mali deja 40 muertos

El asalto al Hotel Radisson Blu fue reivindicado por dos grupos yihadistas activos en el Sahel, Al Murabitun (dirigido por el histórico Mojtar Belmojtar) y al Qaeda en el Magreb Islámico

Extremistas islámicos armados con fusiles y granadas tomaron ayer a 170 rehenes en un lujoso hotel de la capital de Mali.

La operación de rescate lanzada siete horas más tarde se saldó con 27 muertos, entre empleados y huéspedes, además de los 13 terroristas abatidos por los agentes, según una misión de la ONU.

El asalto al Hotel Radisson Blu fue reivindicado por dos grupos yihadistas activos en el Sahel, Al Murabitun (dirigido por el histórico Mojtar Belmojtar) y al Qaeda en el Magreb Islámico, que afirmaron haber actuado conjuntamente en una llamada a la agencia mauritana Al Ajbar, generalmente bien conectada con los grupos yihadistas de la zona.

Los asaltantes robaron ayer un vehículo diplomático estadounidense, con el cual se presentaron en el hotel y pudieron así acceder a sus instalaciones, generalmente concurridas por diplomáticos, hombres de negocio o militares extranjeros.

Fuentes policiales dijeron que entraron en el hotel gritando “Alahu Akbar” (Dios es grande) y declararon que todos los presentes estaban secuestrados. Había clientes, trabajadores y guardias del hotel, de diversas nacionalidades, como pakistaníes, indios, senegaleses, marfileños, turcos, canadienses y alemanes.

APOYO MILITAR

La Policía acordonó la zona cercana al hotel, que era sobrevolada por helicópteros de la misión de la ONU en Mali (Minusma) y del Ejército maliense.

Los militares malienses han sido ayudados en la operación por fuerzas especiales de la Gendarmería francesa enviadas desde París (40 miembros), además de militares estadounidenses presentes en Mali y soldados del contingente nigeriano de la Minusma.

El asalto al hotel comenzó por la tarde, siete horas después de la llegada de los secuestradores y durante horas se pudo oír un intenso tiroteo dentro del hotel, que aparentemente fue en el que murieron las 40 personas: los 27 rehenes, varios de ellos occidentales, pero no se conocen sus nacionalidades, y los 13 asaltantes.

Las fuerzas especiales malienses liberaron a los rehenes “piso por piso”, dijo el comandante del Ejército Modibo Nama Traore a la agencia AP.

ATAQUE A FRANCIA

Los huéspedes incluían visitantes de Francia, Bélgica, Alemania, China, India, Canadá, Costa de Marfil y Turquía. Sin embargo, el ataque fue percibido por la opinión pública francesa, en particular por el Gobierno, como una nueva agresión contra intereses franceses, ya que Mali fue una colonia francesa por muchos años y aún sostienen fuertes lazos de cooperación.

El ataque se produjo una semana después de los atentados en París, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), con un saldo de 130 muertos y más de 300 heridos.

El presidente francés François Hollande pidió a sus compatriotas que se hallan en “países sensibles” que “tomen sus precauciones”.

Francia lideró en 2013 una operación militar internacional, que aún dura, para rechazar una ofensiva yihadista y expulsar a los grupos armados que ocupaban el norte de Mali.

ENCERRADOS

Algunos huéspedes y trabajadores al parecer escaparon al caos inicial o se escondieron en el amplio hotel de noventa habitaciones.

Debido a la dimensión del hotel y del número elevado de personas presentes, buena parte de estas se encerraron en sus habitaciones y no se vieron amenazadas directamente por los secuestradores, según el Ministerio de Seguridad.

“Fue más como un ataque terrorista real”, dijo el portavoz de la misión de la ONU, Olivier Salgado. “Su intención fue evidentemente matar, no necesariamente tener a las personas como rehenes”.

RESOLUCIÓN DE LA ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en forma unánime ayer una resolución impulsada por Francia que exhorta a todas las naciones a redoblar y coordinar acciones para impedir más ataques terroristas del Estado Islámico (EI) y de otros grupos extremistas.

La resolución pide a los Estados “que tengan la capacidad de hacerlo, que tomen todas las medidas necesarias” contra el EI y otros grupos extremistas “para erradicar el refugio que han establecido sobre partes significantes en Irak y Siria”.

Esto no constituye una autorización para la acción militar, sin embargo, porque la resolución no está redactada bajo el Capítulo 7 de la Carta de la ONU, capítulo que es la única manera en la que el organismo internacional puede dar luz verde al uso de la fuerza.

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