Pese a los riesgos externos que rodean la economía de Nicaragua, la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service vaticina un crecimiento económico de 4.5 por ciento este año, superior al cuatro por ciento proyectado para el país por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además del dinámico desempeño del consumo y la construcción, la calificadora de riesgo menciona que el crecimiento este año estaría sostenido por la mejora en la segunda mitad de este año en el rendimiento del sector agrícola. A esto se añade el crecimiento constante en los ingresos por remesas, “ impulsado principalmente por una recuperación en Estados Unidos”, lo que ha beneficiado el consumo interno. “ Se espera que las remesas (se sitúen) en alrededor del 9.8 por ciento del PIB a finales de año”.
Entre las fortalezas que Moody’s destaca para Nicaragua figura la mejor capacidad del Gobierno para manejar su balanza de pagos y las cuentas fiscales; la diversificación de la matriz energética reduciendo la dependencia de las importaciones de petróleo; así como las mayores oportunidades de financiamiento de acreedores multilaterales y bilaterales. Igualmente resalta la alianza estratégica entre el gobierno y el sector privado, que ha facilitado reformas fiscales y atracción de Inversión Extranjera Directa.
En su informe sobre la calidad crediticia del país publicado en octubre pasado, Moody’s insistió sobre el fuerte incremento en los gastos corrientes del Gobierno, “una condición que limita la flexibilidad fiscal” porque estos tipos de gastos son más difíciles de ajustar o reducir.
Igualmente advirtió que el 92 por ciento de la deuda pública está en moneda extranjera, lo que “expone el balance financiero del gobierno al riesgo cambiario”. Este último riesgo, sin embargo, aclara puede ser contrarrestado con refinanciamiento externo por el reducido déficit fiscal como porcentaje del Producto Interno Bruto (uno por ciento) y por las condiciones favorables de la deuda externa del país.
MEJOR PREPARADO ANTE FIN DE PETRODÓLARES
En cuanto al vínculo con Venezuela, Moody’s dijo que las reformas que Nicaragua ha implementado en su economía ha mejorado su posición crediticia frente al posible fin de esa cooperación.
Entre los riesgos que Moody’s ve que rodean a la economía local figura el hecho que Nicaragua ocupa una posición baja según los indicadores de gobernanza del Banco Mundial. Además mira considerables déficits de cuenta corriente, con posibilidad de ampliarse debido choques externos.
Y además fuerte “dependencia de la cooperación extranjera en general, con alta concentración en la venezolana”, así como la debilidad institucional del país.
La oposición política es débil y fragmentada y el sector privado organizado es el verdadero contrapeso al gobierno”. Moody’s Investors Service, calificadora de riesgo.