Cuenta la historia que el Bóer estaba a punto de despedir a Clyde Williams a mitad de la temporada 2006-07, cuando de pronto el artillero estadounidense comenzó a tronar y se convirtió en el principal espectáculo de nuestra Liga Profesional. Algo de eso espera la tribu de David Bergin, quien llegó con cifras llamativas de la Liga Independiente American Association, pero que hasta el momento no ha hecho erupción.
Bergin bateó para .331, con 15 jonrones y 65 carreras empujadas en 93 juegos con Siuox Falls. En el 2014 pegó 12 jonrones en las Ligas Menores con Colorado y un poco más atrás, en 2013, descargó 19 proyectiles en la Liga Independiente United. De modo que sus 46 vuelacercas en los últimos tres años, lo colocaron bien alto en las valoraciones al momento de buscar una potencial figura para nuestra Liga.
En cambio de eso, Bergin batalla por sobrevivir. Antes de anoche estaba bateando para .182, con dos jonrones y nueve empujadas. Sin embargo, se mantiene optimista.
“Creo que me voy adaptando. Estoy ajustándome a los picheos y dando lo mejor que puedo en cada turno”, apunta Bergin. “El picheo ha sido mejor de lo que esperaba”.
El artillero estadounidense de 26 años de edad está claro que no ha funcionado y se siente en deuda con el equipo. “Siento que puedo dar más de lo que he dado. En cada turno me enfoco por hacer lo mejor y ayudar en lo que pueda al equipo. Tengo una mentalidad positiva y sé que puedo mejorar”, afirma Bergin, quien como todo pelotero, tiene que lidiar con la presión.
“Siempre hay un poco de presión. A uno lo traen como cuarto o quinto bate y debe responder. Lo que trato es de concentrarme y hacer el mejor trabajo posible”, apunta.
“Me siento más cómodo y con más confianza a la hora de batear”, asegura Bergin, quien al igual que Williams en el 2006-07, podría estar en la cuerda floja, así que no tiene más remedio que despertar.