Los líderes de la UE y Turquía decidieron , entre otras cuestiones, abrir en diciembre el capítulo referente a las políticas económicas y que la Comisión Europea (CE) finalice en el primer trimestre de 2016 el trabajo preparatorio para la apertura de otros capítulos si los países miembros así lo deciden.
En este punto “ha quedado claro que la marcha del proceso de apertura está estrechamente vinculada a la cuestión de Chipre”, señaló Merkel, quien dijo que muchos líderes han apuntado a ese factor, en referencia al enfrentamiento entre ese país de la UE y Turquía, que se remonta a 1974.
Entonces el Ejército turco ocupó la parte norte de la isla y en 1983 esa zona se autoproclamó República Turca del Norte de Chipre, sólo reconocida por Ankara.
“Quizás haya una ventana de oportunidad en estos meses para solucionar este conflicto”, opinó Merkel, quien añadió que ello “contribuiría a la estabilidad en la región”.
Chipre es reacio a abrir más capítulos con Turquía, ante el rechazo a cumplir el Protocolo de Ankara.
Ese protocolo amplía el acuerdo aduanero de Turquía con la UE a los diez países que entraron en la Unión en 2004, lo que supone que Ankara debe abrir sus puertos y aeropuertos a buques y aviones de esos nuevos socios comunitarios, entre ellos Chipre.
Merkel recalcó que en la cumbre se dejó claro que se hablará con Ankara sobre todos los temas de la relación entre la UE y Turquía, algunos sensibles para ese país, la necesidad de continuar el proceso político con los kurdos, el respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa.
“Hemos dicho que, si somos socios estratégicos, tenemos que hablar abiertamente de temas sobre los que tenemos preguntas o críticas”, indicó.
La canciller alemana mantuvo antes de la cumbre un encuentro con otros siete socios -Austria, Suecia, Finlandia, Grecia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo- y con los presidentes de la CE, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, a fin de analizar la posibilidad de aceptar un “contingente” de sirios que acoge actualmente Turquía por la vía “legal.
Explicó que la cifra de 400.000 personas que ha sido citada en algunos periódicos “no refleja” lo que los líderes han abordado y que en la reunión se ha dicho que, si se quiere encontrar una vía legal para la inmigración, “los contingentes son una posibilidad”.
“No hemos preguntado cuántos participarán. No creo que lo hagan todos. Pero ahora se trata de ver cómo avanzar en todos los aspectos”, recalcó en referencia a los ocho países reunidos, que son los más afectados por la llegada de refugiados.
“Fue un primer encuentro para ver cómo podemos aplicar lo más rápidamente el plan de acción con Turquía, con un componente de la inmigración legal”, y está abierto a otros países, explicó.
En cuanto al fondo de 3.000 millones de euros, la canciller explicó que no se ha hablado cómo aportar los 2.500 millones de euros por parte de los Estados miembros (los otros 500 millones salen del presupuesto) porque lo están estudiando los ministros de Finanzas y aún no hay acuerdo sobre esta cuestión en la UE.