En ocasiones anteriores habíamos expresado que los resultados de las Cumbres Presidenciales del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) habían sido limitados en respuesta a los planteamientos del sector privado.Lo anterior debido, principalmente, a la falta de articulación entre los sectores públicos y privados de la región; situación que se hacía más compleja por la insuficiente comunicación entre ambos sectores.Fue en este contexto que el sector gremial centroamericano logró una cortesía de sala en la XLIII Reunión Ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana, realizada en Punta Cana, República Dominicana, el 27 de junio del año 2014.
Esto resultó en la realización del primer encuentro entre los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados Miembros del SICA con los presidentes de las Organizaciones Empresariales de la región.
En aquella ocasión me tocó exponer, en nombre del sector privado, a los presidentes las afectaciones producto de las ineficiencias de Aduana; los problemas de los pasos fronterizos, donde incluimos la carencia de una infraestructura adecuada; la inseguridad en las fronteras y carreteras y la falta de uniformidad de aranceles, normas y medidas sanitarias, entre otras situaciones que afectan nuestra operatividad comercial.
En este encuentro también le entregamos a los mandatarios una matriz de obstáculos que elaboramos con los gremios empresariales que integramos el Comité Consultivo de la Integración Económica (CCIE).
Como producto de esta gestión, los presidentes instruyeron al Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana (Comieco) a través de la Declaración de Punta Cana, para que en coordinación con los consejos sectoriales y autoridades competentes adoptaran e implementaran una estrategia centroamericana de facilitación de comercio y competitividad, dando énfasis a la gestión coordinada en fronteras en el corredor logístico centroamericano.
Dieciséis meses después el Comieco cumplió con este mandato y aprobó el pasado 22 de octubre en San Salvador la Estrategia Regional de Facilitación del Comercio y Competitividad con énfasis en Gestión Coordinada en Fronteras.
Para el sector privado gremial este es un primer resultado tangible y valioso, consecuencia de nuestra gestión en Punta Cana, más aun cuando esta estrategia es resultado de un esfuerzo coordinado entre ambos sectores.
La estrategia aprobada consta de tres ejes, siendo estos el diseño de una Plataforma Digital de Comercio Centroamericana, la Tipificación e implementación por pares de países y pares de fronteras y el Fortalecimiento de Comités Nacionales de Facilitación del Comercio.
La Plataforma Digital de Comercio Centroamericana (PDC), tal como lo expresa el documento presentado por los ministros de Economía, tiene como objetivo que los países implementen una plataforma informática regional para la integración de información y procesos de la gestión aduanera, migratoria y de ventanillas únicas.
La tipificación e implementación por pares de países y pares de fronteras establece criterios que permitirán tipificar cada uno de los pasos fronterizos de la región a partir de sus características funcionales, geográficas, de demanda de servicios, etc. Luego, la propuesta de reforma se desarrollará a nivel binacional.
El Fortalecimiento de Comités Nacionales y el Grupo de Facilitación de Comercio cumple con el artículo 23.2 del Acuerdo sobre Facilitación de Comercio de la Organización Mundial de Comercio, que instruye el establecimiento de estos Comités Nacionales que contará con la participación del sector privado.
La estrategia nos permitirá promover la coordinación de agendas del sector público y privado para mejorar los procedimientos de recaudación, control, seguridad en puntos de ingreso (puertos y aeropuertos) y la facilitación del tránsito de mercancías y personas, en un marco de eficacia del control y eficiencia en el uso de los recursos.
Otros elementos de esta estrategia serán la implementación de las cinco medidas de corto plazo, indicadores de medición y evaluación, la coordinación con los donantes, así como un esquema para su implementación.
La implementación de esta estrategia, así como todos aquellos esfuerzos que se realicen en torno a la facilitación, nos permitirán al sector privado reducir los costos por atrasos, procesos fronterizos más eficientes, despachos más rápidos, etc., lo cual se traducirá en beneficios para la ciudadanía por la reducción de los precios y una mayor oferta de productos, en incremento de la inversión privada y del empleo y el traspaso eficiente en las fronteras.
Estamos satisfechos por este primer resultado tangible. Desde el sector privado gremial centroamericano continuaremos buscando nuevos resultados para el beneficio de nuestras empresas y nuestros países.
El autor es presidente del COSEP.
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