Mejorar las labores culturales (prácticas comunes en la actividad agrícola), elegir semillas más resistentes a la sequía y de ciclos más cortos, inclinar el manejo de las plantaciones hacia lo orgánico y estar vigilantes para detectar tempranamente el desarrollo de plagas son algunas de las medidas que los productores de frijol deben implementar, para superar los retos que plantea el cambio climático.
Adoptar estas prácticas permitiría que los pequeños y medianos productores le ganen la batalla a las plagas y enfermedades que son las que se están “aclimatando más fácil a las nuevas condiciones climáticas. Por eso hay que estar vigilantes para que no mermen la producción de frijol, también hay que tirarse más a la rama orgánica”, dice Julio Romeo Álvarez, epidemiólogo guatemalteco.
El manejo orgánico reduce el uso de químicos que pueden sustituirse por hongos, bacterias e insectos que atacan a otros microorganismos. “Existe una infinidad en la naturaleza que pueden servir para contrarrestar plagas y enfermedades, solo tenemos que desarrollarlos”, afirmó Álvarez durante una capacitación a productores promovida por la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) y Catholic Relief Services (CRS).
Pero muchas de estas prácticas ya se utilizan en el país y han dado muy buenos resultados.
“Usar variedades de ciclos más cortos, reducir la distancia entre cada planta, dejar los rastrojos en el suelo para proteger la capa vegetal y sembrar sobre camellones (camas de tierra para elevar el cultivo) son algunas de las técnicas que nos han permitido enfrentar la sequía, sobre todo en el Corredor Seco y elevar los rendimientos hasta más de cuarenta quintales por manzana cuando el promedio nacional es de entre 12 y 14 quintales por manzana”, sostiene Rosa Argentina Benavides, vicepresidente de la Central de Cooperativas de Servicios Múltiples, Exportación e Importaciones del Norte (Cecoopsemein).
Hay que cambiar
El incremento de inventarios de frijol, por el alza en la producción, y la caída de las exportaciones de frijol negro deben estimular a los productores nicaragüenses a diversificar su oferta hacia otras variedades del grano que tienen gran demanda en el mercado internacional.
“Porque la demanda de frijol rojo (el de mayor producción local) es muy limitada en cambio hay otros muy demandados, dice Ramsés Ortega, director de CAC Trading.