14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Leonardo “Chimmy” Morales (derecha) consiguió su quinta victoria después de dos derrotas consecutivas.

Despertó Leonardo “Chimmy” Morales al vencer a Gilberto “Azteca” Aguilar

Leonardo “Chimmy” Morales había encontrado el camino. Después de navegar por el túnel oscuro de la derrota y donde el precipicio se había convertido en un espectro que le seguía, el muchacho que ha desafiado al destino al llegar hasta la cumbre de las artes marciales mixtas dijo; “dejé de confiar en mí”, usó el tiempo pasado, porque la noche del sábado se apoderó del octágono, despertó de su letargo y fue quien debe de ser: decidido, matador, letal como un soldado que sigue y defiende a los suyos, noqueó en el segundo asalto al mexicano Gilberto “El Azteca” Aguilar.

Leonardo “Chimmy” Morales había encontrado el camino. Después de navegar por el túnel oscuro de la derrota y donde el precipicio se había convertido en un espectro que le seguía, el muchacho que ha desafiado al destino al llegar hasta la cumbre de las artes marciales mixtas dijo; “dejé de confiar en mí”, usó el tiempo pasado, porque la noche del sábado se apoderó del octágono, despertó de su letargo y fue quien debe de ser: decidido, matador, letal como un soldado que sigue y defiende a los suyos, noqueó en el segundo asalto al mexicano Gilberto “El Azteca” Aguilar.

En el primer asalto “Chimmy” siempre supo manejarse arriba del piso, evitó que el mexicano lo llevara al suelo. La clave de su victoria parecía tenerla clara desde el principio, insistir con sus piernas con patadas que debilitaran las piernas del azteca. Hubo un poco de estudio y mediciones entre sí, pero Morales terminó siendo superior.

Ya en el segundo episodio Morales había visualizado el final, seguía con su clan instigador de patadas a las piernas y de repente soltó un rodillazo al rostro del mexicano, quien valientemente soportó. Aguilar con su pelo verde no asustó a nadie ni intimidó a su rival. Lo más destacado del “Azteca” fue la valentía de seguir en una batalla que ya no ganaría, necesitaba una silla de ruedas porque no podía caminar, un soplo y resbalaba, en su interior pedía unas muletas porque “Chimmy” había sacado toda su furia ante él.

El Leonardo Morales que vimos esa noche, es el que el público anhela, no solo porque consiguió el triunfo, sino porque salió hecho un autómata pensante, regresó nuevamente su impresión de poderío y soltura que había tenido en el pasado, en la jubilosa aventura del Ultimate Fighter Latinoamérica.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí