El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció este miércoles 9 de diciembre que el primer avión que empezará a transportar los 10,000 refugiados sirios que Canadá aceptará antes de fin de año llegará en la noche del jueves a la ciudad de Toronto.
Trudeau dijo hoy en la Cámara Baja del Parlamento canadiense que el primer vuelo será seguido por otro el sábado, con destino a Montreal. En total, unos 300 refugiados sirios llegarán a Canadá en los dos vuelos.
El primer ministro canadiense afirmó entre el aplauso de los diputados del gobernante Partido Liberal que la llegada de los primeros refugiados de los 10.000 que Canadá se ha comprometido a admitir antes de que termine 2015 “será un gran día”.
El nuevo Gobierno canadiense presidido por Trudeau desde la victoria de los liberales en las elecciones generales del 19 de octubre se ha comprometido a asentar en el país 25.000 refugiados antes de marzo de 2016.
La cifra final de refugiados sirios que Canadá aceptará en 2016 se sitúa entre 35.000 y 50.000, informó la semana pasada el ministro de Inmigración canadiense, John McCallum.
El Gobierno canadiense detalló hoy que los dos primeros vuelos con refugiados sirios se efectuarán con aviones militares pero que el transporte del resto de los 10.000 refugiados iniciales llegarán en aviones civiles.
Aunque todos los ciudadanos sirios partirán de Jordania hacia Toronto y Montreal, los dos puntos de entrada designados por Ottawa para la llegada de los refugiados, McCallum explicó hoy que algunas de las familias serán trasladadas desde Líbano a Ammán antes de iniciar su viaje final a Canadá.
McCallum explicó durante una rueda de prensa que el Gobierno de Líbano ha empezado a emitir los visados de salida que permitirán viajar a los refugiados sirios.
Los funcionarios canadienses desplazados a la región están procesando unas 400 personas al día lo que, según McCallum, permitirá al Gobierno canadiense cumplir con su compromiso de asentar en Canadá 10.000 refugiados antes de finales de año.
El conflicto que vive Siria desde marzo de 2011, cuando surgieron protestas contra el Gobierno de Bachar Al Asad, ha dejado unos 220.000 muertos y más de 4 millones de refugiados en países vecinos, según la ONU.
