En 2016 el mercado de las materias primas continuará con su tendencia a la baja por lo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) alertó ayer a América Latina de la importancia de diversificar su matriz exportadora y comercial.
El organismo prevé que este año los ingresos totales por exportaciones de Nicaragua caigan cinco por ciento, menor al 14 por ciento que en promedio se espera caigan a nivel del hemisferio.
“La mayor contracción comercial desde el colapso de 2009 es un llamado para implementar políticas de diversificación exportadora”, afirmó Paolo Giordano, economista principal del Sector de Integración y Comercio y coordinador del estudio: Estimaciones de las Tendencias Comerciales de América Latina y el Caribe 2016.
La merma exportadora que sufrirá este año América Latina se debe principalmente a la marcada reducción de precio de los principales productos que vende la región. “ En 2015, las cotizaciones de los productos básicos como la soya, el azúcar y el café, han sufrido caídas del orden del 20-25 por ciento. Los precios de los bienes energéticos, minerales y metales, como el petróleo y el hierro, han tenido verdaderos colapsos, con reducciones del orden de cincuenta por ciento”, precisa.
En el caso de Nicaragua, el organismo menciona que la reducción de los ingresos, incluyendo zona franca, se debe a menores ingresos provenientes de Canadá, México y Venezuela. “Se produjo un crecimiento de envíos a Estados Unidos (más del ocho por ciento), principalmente de oro, y al resto de Centroamérica (más del siete por ciento), impulsado por productos alimenticios”.
Los únicos que crecen
Tanto a nivel de Centroamérica y regional, El Salvador y Guatemala fueron los únicos dos países que incrementaron sus exportaciones, gracias a una fuerte expansión de los envíos de azúcar a China.
El organismo menciona que los riesgos en 2016 apuntan a que “el crecimiento de las exportaciones de la región están sesgados a la baja. Por un lado, no se vislumbran indicios de una reversión de la fase bajista de las cotizaciones de las materias primas, que se acercan a los mínimos del inicio del auge exportador a inicios de los años 2000. Por otro, el modesto crecimiento de Estados Unidos y la Unión Europea ahora se conjuga con una desaceleración de la economía de China y con una erosión del propio intercambio intrarregional, todo lo cual resta impulso a la demanda real para las exportaciones”.
Además el BID señala en su estudio que “la divergencia en las políticas monetarias en los Estados Unidos y en la zona del euro apuntala una sostenida apreciación del dólar, que podría acentuar las presiones deflacionarias en el comercio de la región”.
De hecho, según cifras del organismo, las mayores caídas de los ingresos por exportaciones se sintieron este año principalmente con mercados como con Asia (excluyendo a China), que se redujo 19 por ciento, con la Unión Europea (menos 18 por ciento) y en los flujos intrarregionales (por ciento 19 por ciento).
Para el próximo año, según el BID, “una demanda más firme de Estados Unidos podría sin embargo impulsar el dinamismo exportador, especialmente en las ventas de México y Centroamérica”.
Los que más pierden
La mayor caída de los ingresos por exportaciones se sentirán principalmente en América del Sur. Según el Banco Interamericano de Desarrollo los países exportadores de petróleo han sido los más golpeados por la reducción de los precios. Venezuela y Colombia registraron las mayores tasas de contracción, seguidos por Bolivia, Ecuador y Trinidad y Tobago.
Los ingresos por exportaciones de Venezuela, Colombia, Bolivia y Ecuador, cuyas economías están especializadas en la exportación de hidrocarburos sufrieron un derrumbe de sus ventas externas: 49 por ciento, 35 por ciento, 32 por ciento y 28 por ciento, respectivamente.