Mejorar los niveles de productividad, lograr un acuerdo con la industria que permita el establecimiento de “mejores precios” para el ganado, basados en los de referencia del mercado internacional y seguir preparándose para enfrentar sin problema nuevos períodos de sequía que se presenten, son los retos que se ha planteado para este año el sector ganadero.
“Solo con niveles más altos de productividad en carne y en leche podremos contrarrestar la volatilidad de los precios tanto del mercado nacional como del internacional. Sobre todo porque esa variación aquí se multiplica; si en el mercado internacional baja el uno o dos por ciento aquí le aplican el diez o veinte por ciento”, señaló Álvaro Vargas, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Ganadera de Nicaragua (Faganic).
Desde el año pasado Faganic ha pedido un diálogo con la industria cárnica que permita el establecimiento de “mejores precios” para el ganado con base en los de referencia internacional, para evitar caídas drásticas como la ocurrida en los últimos meses del año pasado, cuando los mataderos redujeron de 120 a cien córdobas el kilo en canal caliente.
“Pero aunque nos enfoquemos en mejorar la producción y la productividad para contrarrestar los bajos precios no vamos a abandonar la lucha para que el precio del ganado sea en referencia al del mercado internacional. También impulsaremos la exportación de ganado en pie, para promover la competencia y obligar a la industria a pagar mejores precios”, sostiene Vargas.
No obstante, la industria mantiene que a pesar de la reducción sigue pagando los precios más altos de la región.
Por su parte el presidente de Faganic, Salvador Castillo, recordó que existen en el país cerca de 140 mil ganaderos y cada uno genera hasta cinco empleos y la producción láctea es los 365 días del año y se ha consolidado como el motor de la economía de las zonas lecheras.
“Según nuestros cálculos, en su conjunto la exportación de carne, leche, queso, derivados lácteos y cuero generaron a la economía unos setecientos millones de dólares por lo que es sin duda el sector más importante de la economía”, sostuvo Castillo.
Mejor preparados
El cultivo de pasto mejorado, el almacenamiento de alimento para la época seca y la introducción de alimentación suplementaria en la dieta del ganado permitieron al sector ganadero enfrentar el déficit de lluvia que se registró durante el segundo semestre del 2015. También se trasladó gran parte del ganado a las zonas húmedas del país.
“Eso evitó que se repitiera la muerte de cientos de cabezas de ganado como ocurrió en el 2014. En cambio el año pasado no murió ningún ganado”, dijo Salvador Castillo, presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic).
El sector espera continuar preparando, especialmente a los pequeños ganaderos para que cada año estén mejor preparados para enfrentar los cada vez más frecuentes episodios de sequía.