La modelo costarricense Kathia Adriana Corella Rojas, acusada de crimen organizado y lavado de dinero en perjuicio del Estado de Nicaragua, por presuntamente pertenecer a la agrupación narco llamada “Cacique”, dijo este jueves 14 de enero que la primera dama de la República de este país, Rosario Murillo, le dijo vía telefónica que se estuviera tranquila porque saldría al día siguiente del país.
“Soy inocente, porque me dejaron libre y me llevaron al Barceló. Ahí la ministra de Mi Familia (Ministerio de la Familia, Adolescencia y Niñez) habló con la primera dama de este país y la puso en alta voz y me dijo —usted es libre, sale en el vuelo de la mañana, estese tranquila— y ahora estoy pasando por este proceso injustamente. Me han metido en una historia que no ha sido bien contada”, dijo la modelo frente a la juez Indiana Gallardo.
La acusada tomó la palabra durante la audiencia inicial del proceso, donde la Fiscalía presentó los elementos de prueba contra la agrupación narco. Entre estos están 33 testigos, de los cuales 16 son declaraciones de civiles, oficiales de policías y el famoso código 001 y 17 peritos, especialistas en informática, financiero, entre otros.
También ofrecieron fototablas para ilustrar el supuesto seguimiento que le venían dando a la organización desde el 2013 y un video que también supuestamente muestra el seguimiento que se les dio a los miembros de la agrupación delictiva.
AL PSIQUIATRA FORENSE
En la misma audiencia, Carlos Chavarría defensa de la diva de pasarela, pidió a la juez que enviara oficio al Instituto de Medicina Legal para que su representada sea valorada por un psiquiatra forense, ya que supuestamente le ha manifestado ideas suicidas, por el trauma vivido por la muerte de su marido frente a su hija menor.
La pareja de Corella era el acusado Walter Mauricio Pereira Castillo, quien supuestamente se disparó cuando oficiales antinarcóticos lo tenían rodeado frente a su casa en Condominio Santa Mónica.
Junto a Kathia fueron acusados los costarricense Gustavao Adolfo Artavia Vegas, José Pablo Castillo Quesada y los guatemaltecos Llendy Pérez Pérez y Héctor Manuel Pérez Cruz, alias “el chino”, quien está prófugo y es el jefe de la estructura en Centroamérica.
Además es dueño de los cabezales color blanco y azul que conducían los acusados Llendy Pérez y Gustavo Artavia, en donde encontraron 246 paquetes de cocaína, el 4 de diciembre en el kilómetro 17 Carretera Nueva a León. En el mismo lugar fue capturado José Pablo Castillo, quien conducía la camioneta donde la Policía incautó U$ 871,140.
Otros acusados son los nicas Carlos Carbonero Medrano,Ninoska Bonilla Gazo y Aryilia Bonilla Gazo. Estos se encargaban del traslado y custodia de la droga de Cárdenas-Rivas hasta Managua. Fueron acusados de transporte internacional de droga y crimen organizado.
CARTEL DE LOS “ZETAS”
Durante la audiencia inicial en el Juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencia de Managua, el fiscal Jorge Rubí expuso que la policía antinarcótico le venía dando seguimiento a la agrupación llamada “Cacique” desde el 2013, ya que estaba ligada al Cartel mexicano Los Zetas, quienes los abastecían de droga para traficarla desde Costa Rica hasta Guatemala.
Los cargamentos de cocaína que trasladaban eran de 250 a 500 paquetes desde el sector de Santa Cecilia, Costa Rica con tránsito por Nicaragua. Para trasladar la droga en la frontera de Nicaragua, ocupaban bestias que pasaban por puntos sin control migratorio.