La licencia de generación que obtuvo a finales del 2014 el proyecto hidroeléctrico Tumarín podría ser anulada por el Gobierno debido a los retrasos continuos en la obra y darle entrada a nuevos proyectos de energía renovable para cubrir el vacío de esta obra, afirmó el ingeniero eléctrico Fernando Bárcenas Molinas.
El especialista en temas energéticos opina que hay un compás de espera “demasiado largo”, tanto de inversionistas privados y del Estado, que tienen interés de invertir y llenar el espacio del proyecto que desde el 2008 fue anunciado en el país.
“El problema de este proyecto es que hay fuerte intereses alrededor de la obra, se sabe que es un proyecto mal concebido para la economía del país, que al entrar va romper con el despacho de carga afectando generadores más económicos y sumado a esto hay problemas en la ejecución. En otro país Tumarín hubiera pasado a la historia, pero aquí seguimos esperando”, sostuvo Bárcenas.
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Mientras tanto el diputado Carlos Langrand de Bancada Alianza Partido Liberal Independiente (Bapli) explica que hasta el momento los empresarios de Centrales Hidroeléctrica de Nicaragua (CHN), encargados de la obra, no han rendido cuenta de la ejecución, pero sí se demuestra un retraso en el cronograma de actividades debe plantearse una estrategia para cubrir los 253 megavatios del proyecto.
Por su parte César Zamora, presidente de la Cámara de Energía dijo que ellos van a presentar al Gobierno un paquete de proyectos para generar 250 megavatios.