El Partido Liberal Independiente (PLI) demanda que haya elecciones libres y transparentes en Nicaragua. Desde hace varios meses se les ve encabezando los llamados “miércoles de protesta” y aunque han dicho que significa para ellos “elecciones libres”, evitan decir si participarán o si las elecciones se realizan como en los últimos comicios: en completa oscuridad y cargadas al partido Frente Sandinista.
La madera del PLI se puso a prueba en las recientes elecciones de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, donde demandaban dos de los siete cargos, pero al final se conformaron con uno y para conseguirlo debieron beber el purgante completo: votar por los seis que propuso su némesis, el Frente Sandinista, incluyendo a Wilfredo Navarro, un liberal constitucionalista que desde hace algún tiempo hace fila con los sandinistas.
En esta entrevista Wilber López habla sobre estas elecciones recientes y por qué la bancada del PLI, a pesar del fraude, aún continúa ocupando los 23 escaños que le pertenecen, porque es la única expresión política desde donde pueden actuar. Además asegura que el partido se está preparando para este año electoral y que es la “guía” y “único canal” como partido opositor.
Según una encuesta de M&R el PLI tiene 2.4 por ciento de simpatía ¿qué opina sobre esto?
Cuando hablan del dos por ciento probablemente es un esquema de la pregunta, de que la combinan. Te preguntan qué opinan de los partidos políticos, tales como el PLI. Pero si vos te vas a todo el territorio del país te vas a dar cuenta de que es único partido de oposición que tiene estructura. Hay que ver en qué sector se hizo esa encuesta, cómo se hizo. Sin embargo vámonos en la misma encuesta donde sale ese número que le ponen al PLI, dicen que el Gobierno tiene el setenta y algo por ciento de aprobación. Pero también te ponen a la par de que más del ochenta por ciento de la población no cree en el sistema electoral y que exige elecciones libres y transparentes. No sé si es confuso, contradictorio. Sin embargo, nosotros vamos a seguir trabajando.
Me dice que le parece confuso que el Gobierno tenga tanta aceptación y que sin embargo muchas más personas digan que no confían en el sistema electoral. ¿Pero no le parece más extraño el hecho de que ustedes como partido de oposición piden la observación electoral internacional, elecciones transparentes, y que ni aun así ese más del ochenta por ciento se identifique con los partidos de oposición?
Tendrías que ver qué tan real es esa encuesta. Yo no quisiera venir a valorar o hacer un análisis del encuestador, no es mi especialidad; sin embargo me hago muchas preguntas. Si el ochenta por ciento de la población exige lo que nosotros demandamos todos los días, ¿por qué el número de encuestados refleja una diferencia abismal? No sabemos si la encuestadora te está haciendo la pregunta correcta.
Tampoco es necesario irnos por las encuestas. Podemos verlo en los “miércoles de protestas”, por ejemplo.
Yo te puedo decir que hay “miércoles de protesta” donde la mayoría de la población participa. Son manifestaciones grandes, te puedo señalar cuatro o cinco. Y más que la cantidad es la expresión de la población a través de los movimientos y de los partidos políticos, pero si vos le ponés un complemento adicional a los “miércoles de protesta” tenés bandas, pandilleros a la par de la Policía, protegidos por el cordón de la Policía agrediendo, hiriendo y golpeando a los demandantes. Y eso es lo que ha querido venir construyendo el Gobierno y ha tratado de deteriorar. Te puedo decir que esas 500 o 400 personas que vienen todos los miércoles vienen por sus propios medios.
Pero estamos hablando de una buena cantidad de personas que no comulgan con el partido de gobierno, pero tampoco apoyan a la oposición.
Es normal. No sabemos si la expresión de la población al encuestar es muy diferente a la hora de votar. Porque el mecanismo de los CPC a través del control en los barrios de la población limita muchas veces que la población se pueda expresar. La población tiene un poco de reserva. Que el ochenta por ciento exige transparencia, exige cambios y que el único partido que ha venido demostrando en el tiempo comprobado de oposición de este país es el PLI son dos cosas muy diferentes. Nosotros somos la guía, nosotros somos el único canal, nosotros somos el partido de oposición en este país que le ha demostrado a la población que realmente puede hacer un cambio. Y ese ochenta por ciento, tené la plena seguridad que cuando se den los cambios, van a estar en la alianza y en la casilla del Partido Liberal Independiente.
¿Y cuándo vamos a ver esos cambios?
Estamos trabajando para ellos. No solo protestando, haciendo propuestas. Hemos hablado con la empresa privada, hemos hablado con la Iglesia, le hemos expuesto a todos los sectores importantes y a toda la población que se deben de hacer los cambios. Aquí solo el PLI está en las calles. Aquí los encarcelados, los enjuiciados, los heridos, los heridos son del Partido Liberal Independiente. Es evidente que hay una campaña del orteguismo y de sus aliados de descalificar, crear situaciones de desconfianza, de temor, desanimar a la población.
Me habla de todos esos arrestos y el miedo de la gente por las turbas cuando va a protestar ¿Y qué pasaría con todo este esfuerzo haciendo los “miércoles de protesta” si al final no van a haber cambios en el Consejo Supremo Electoral y Ortega va a seguir irrespetando las elecciones y ustedes igual van a participar?
Ya nos estamos adelantando.
Es lo mismo que ha pasado en las últimas elecciones. Va por el mismo camino.
Nosotros no podemos asumir que van a ser las mismas condiciones. Lo que sí te puedo adelantar es que estamos trabajando en una coalición que encabeza el Partido Liberal Independiente para unir a ese ochenta por ciento que exige elecciones libres y transparentes, que ese es nuestro objetivo.
¿Qué es lo que exigen para participar en las elecciones?
Es simple. Aquí lo único que se pide es respeto a la Ley Electoral y que se le permita la observación nacional e internacional creíble. Que la OEA estén participando como observadores internacionales. Que las Naciones Unidas, que la comunidad internacional pueda participar. Si nosotros somos aliados con muchos países a nivel internacional, como por ejemplo Venezuela, Argentina, para hablar de gobiernos que son afines al gobierno de turno del Frente Sandinista. De igual manera tenemos Embajada de Estados Unidos en Nicaragua, tenemos Embajada de Alemania en Nicaragua y ellos siempre han ofrecido el respaldo para una plena observación electoral y se les limita la observación.
¿Y qué pasaría si no se cumple lo que exigen?
Más que el PLI, la sociedad ha expresado que si no hay garantía respecto a la Ley se valorará si se va a ir a un proceso electoral. Porque de nada serviría entrar al proceso electoral cuando ni si quiera el Consejo Supremo Electoral ha establecido las reglas del juego. Es nuestra responsabilidad como partido participar, de eso estamos claros, pero antes tenemos la responsabilidad de exigir que se respete la Ley Electoral y que las reglas del juego estén claras, así como las elecciones, donde se respete y se cuente hasta el último voto y que exista observación nacional e internacional creíble.
En las elecciones pasadas igual exigieron elecciones libres: cambios en el Consejo Supremo Electoral, observación electoral e igual participaron.
Nosotros en Nicaragua tenemos solo un mecanismo para cambiar el sistema del país, a través de la Ley y a través de la participación. No existe otro mecanismo. Aquí para lograr hacer cambios fundamentales e importantes en las instituciones y en el Gobierno a beneficio de las votaciones es a través de los procesos electorales. Ya no existe otro mecanismo. Seguimos creyendo que la única vía que debe existir es los procesos electorales. Sí, creemos que debemos de participar por responsabilidad.
¿Seguir participando entonces bajo las reglas de Ortega es someterse a ellas?
Los caprichos del Frente Sandinista. Aquí no hay reglas de juego de Ortega, aquí la Ley Electoral es clara. Lo que queremos es el respeto a la Ley.
Pero la Ley no se cumple.
Por eso estamos los miércoles de mandando. No estamos pidiendo reformas a la Ley Electoral, aquí lo que estamos pidiendo es que se cumpla la Ley. No son las reglas de Ortega. Ortega a lo que quiere llevarnos es: número uno, a crear sus propios esquemas de zancudos, sus aliados, sus partidos vestidos de oposición, o partidos vestidos de liberales o conservadores e ir a un proceso electoral donde vengan a repartirse. Nosotros no estamos repartiendo. Nosotros vamos a seguir en la lucha para que respete la Ley y podamos tener un cambio no solo en la Asamblea Nacional realmente nosotros queremos un cambio en el país y solo se puede hacer a través de los procesos electorales. No existe otra vía.
Pero está claro que Ortega no está cumpliendo la Ley electoral. Él está poniendo sus propias reglas.
Más que reglas, no está respetándolas. El Consejo Supremo Electoral establece procedimientos que no existen en la Ley Electoral. Aquí no hay punto de que nos vamos a ir a las reglas de Ortega, aquí la única forma de poder cambiar eso es que la población pueda expresarse. Es un camino difícil, no es un camino fácil.
Este círculo vicioso de pedir elecciones transparentes e igual participar en ellas aunque no lo sean ya lo han hecho en elecciones pasadas y no ha dado resultados.
Es un trabajo difícil. Si en nuestras manos estuviera, las cosas cambiarían. No vamos a desmayar en seguir demandando elecciones libres y transparentes. No podemos desmayar y contestarte hoy y decirte: “Si no lo revisan hoy o no lo aprueban hoy ¿qué vamos a hacer? ¿Tenemos doscientos mil fusiles?” No queremos eso. Nosotros como liberales y como oposición no queremos retroceder a mandar a enfrentar a la población.
¿Pero cómo esperan cambios si siguen haciendo lo mismo?
Bueno, exigiéndolo. La población se está sumando. Y a medida que no den respuesta vas a ver intensificar las protestas y las demandas en la población.
¿Cuál sería el único motivo por el que no se presentarían a elecciones?
En este país tiene que haber elecciones. Tenemos que recoger el sentimiento de ese ochenta por ciento. Y si ese ochenta por ciento del que habla hoy de transparencia, de respeto, su cambio es no participar, creo que nosotros trabajaríamos en cuestión de eso.
¿Ha tenido algún efecto los “miércoles de protesta”?
Bueno, es al día de hoy y el Consejo Supremo Electoral y el Gobierno no se ha atrevido ni siquiera a dar la resolución para convocatoria para las elecciones. Formalmente, por el tiempo lo hacían un año antes. Eso es producto de la demanda de la población, eso es producto de la expresión de la propuesta y de la protesta que hemos venido haciendo con la sociedad encabezada por el Partido Liberal Independiente.
Hablando de las recientes elecciones de la Asamblea, ustedes votaron por la Junta Directiva del Frente Sandinista otra vez.
Nosotros como diputados tenemos la obligación y la responsabilidad de integrar todos los espacios que existen, que la Ley establece en la Asamblea Nacional. Para poder elegir un miembro en la Junta Directiva de la Asamblea Nacional se requieren 47 votos. Nosotros con 23 votos no podemos elegir lo que por Ley nos corresponde. Y no era un cargo, eran dos cargos en la Junta Directiva, pero el oficialismo por tener 63 votos impulsó seis diputados. Fuera un error no participar. Muchas expresiones políticas han señalado que lo más correcto es que los espacios no se deben dejar.
¿Y van a seguir conformándose con lo que les toque?
A nosotros no nos toca ni nos conformamos. Se ha querido calificar como conformismo, como pacto o como malo lo que hemos integrado. Para poder integrar tenemos que tener 47 y nosotros solo 23 votos tenemos. Por Ley nos corresponde integrarla. El Frente, por tener esa mayoría de votos producto del fraude electoral pone los sesenta y pico de votos. No estamos haciendo absolutamente nada que el Frente Sandinista ni Ortega nos esté mandando a hacer.
Me habla de los 23 escaños que tiene producto de un fraude. ¿Pero entonces se quedaron con que hubo fraude y ya pasó?
En ese momento cuando el fraude electoral fuimos los primeros en exigir ante el Consejo Supremo Electoral que se nos devolvieran los escaños que se nos quitó.
¿Y dónde están?
No los devolvieron, porque no somos mayoría y no tenemos control. Nosotros por petición de la población integramos la Asamblea. En su momento los sectores de la oposición de este país dijo “esos escaños no te los regalaron, esos escaños no te los dio el Frente, te los dio la población”, que se adjudicaron otros escaños es otra cosa, pero por mí votó la población, a mí no me dio escaño el Frente. Los 23 diputados que están ahí no son producto ni de un pacto ni de un fraude.
El fraude lo denunciaron en su momento pero no sucedió nada. Siguen sin los escaños. Y se han quedado con lo que les dejaron.
Lo que pasa es que se valoró el si integrar o no y las expresiones de los partidos liberales de oposición en Latinoamérica dijeron que era el error más grande dejar los espacios vacíos. El fraude se dio y se denunció y asumimos los que llegamos a la Asamblea Nacional porque era la única expresión política que podías denunciar, señalar y detener algunas cosas que el oficialismo y el orteguismo ha intentando y ha hecho. Nosotros nunca hemos estado en ventaja.
¿Qué razones personales tiene usted para haber votado por Wilfredo Navarro?
Era la propuesta de los seis diputados del Frente Sandinista. Yo no voté por Wilfredo Navarro. Yo voté por la integración de una Junta Directiva. Yo no voté por nadie de ellos. Yo voté por una integración de la Junta Directiva que el Frente propuso sus miembros.
Al votar por la integración votan por cada uno de esos miembros.
Claro. Pero esa es propuesta del Frente, no propuesta nuestra.
Y las próximas elecciones en la Asamblea van a quedar en lo mismo.
En las próximas elecciones de la Asamblea te aseguro que no va a haber ninguno, por lo menos de los seis que propusieron, no creo que existan dos si nosotros logramos mantener y soportar una verdadera oposición. Esta es la última de este período. No existe, no creo, no la veo, no nos debe de preocupar porque esta propuesta que hizo el Frente no creo que exista para el otro período, primero Dios y nosotros como oposición.
Plano personal
Wilber López nació en Jinotepe, Carazo, en 1976.
Se metió a la política desde los 16 años. Considera que es la excepción en su familia porque esta no era política.
Tiene dos hijas. Está en quinto año de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y tiene nueve años de estar en el parlamento.
Es jefe de la bancada del Partido Liberal Independiente.
Está en un equipo de bootcamp.
