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Cartas al Director

Por este medio deseo felicitar sinceramente al canciller Norman Caldera, por el artículo que publicó en LA PRENSA del 18 de enero corriente, en el que propone que nuestras autoridades auspicien la candidatura de nuestro común amigo, doctor Mauricio Herdocia Sacasa, para llenar la vacante que se producirá en 2018 en la nómina de los jueces de la Corte Internacional de Justicia de La Haya cuando se retire el único representante de América Latina.

Honor a quien honor merece

Por este medio deseo felicitar sinceramente al canciller Norman Caldera, por el artículo que publicó en LA PRENSA del 18 de enero corriente, en el que propone que nuestras autoridades auspicien la candidatura de nuestro común amigo, doctor Mauricio Herdocia Sacasa, para llenar la vacante que se producirá en 2018 en la nómina de los jueces de la Corte Internacional de Justicia de La Haya cuando se retire el único representante de América Latina.

No puedo menos de manifestar mi total respaldo a su ponencia, pues el doctor Herdocia es un auténtico valor del derecho internacional en Nicaragua, habiendo demostrado sus méritos y capacidades en los distintos cargos que ha desempeñado en su carrera como experto en temas que atañen los intereses de Nicaragua en el ámbito internacional. Es de justicia que se reconozca su vasta experiencia adquirida en la Cancillería, así como en la Comisión de Naciones Unidas encargada de la codificación del derecho internacional y en el Comité Jurídico Interamericano de la OEA.

Me atrevería a afirmar —sin menoscabar la labor del doctor Carlos Argüello, como jefe de la delegación de Nicaragua— que otro hubiera sido el resultado de las decisiones de la CIJ de haber contado con los aportes y conocimientos del doctor Herdocia. Pero nunca es tarde para rectificar esa omisión. Honor a quien honor merece.

Espero que los responsables de salvaguardar los legítimos intereses de nuestra patria tengan en cuenta su atinada sugerencia y que cuando se presente la oportunidad en 2018 el doctor Herdocia Sacasa pase a formar parte de los magistrados de la CIJ.

Silvio Avilez Gallo.

La inhumana y perversa “nueva ética mundial”

La nueva ética mundial esconde un programa anticristiano enraizado en la apostasía occidental. También impone la dictadura del relativismo que niega la verdad, la revelación, la realidad y la moralidad.

El relativismo mantiene que existen muchas verdades acerca de las cosas, al menos tantas como personas creen tener un conocimiento de ellas. Por lo tanto, la nueva ética mundial ha sustituido a los valores universales sobre los que se fundó el orden internacional en 1945. Las erróneas nuevas verdades establecidas han venido a sustituir a las antiguas y se imponen con la misma contundencia

La nueva ética mundial está corrompida por su posicionamiento radical. Las aspiraciones de la humanidad han sido secuestradas posicionándose por encima de todo tipo de jerarquía legítima. En nombre de una nueva ética mundial, se tiene el derecho a tomar decisiones intrínsecamente malas como el aborto, el “amor libre”, la eutanasia, el suicidio asistido y el rechazo de cualquier forma de autoridad legítima

“Bentham patentó la actitud del buen ciudadano ante la ley positiva: ‘obedecer puntualmente y censurar libremente’. Bobbio rechazó también con energía lo que tildó de ‘positivismo ideológico’: la peregrina idea de que una ley, por el solo hecho de ser legítimamente puesta, genere una obligación moral de obediencia. Lo políticamente correcto, por el contrario, nos lleva al lejano oeste: prohibido prohibir, porque aquí nada puede considerarse verdad ni mentira; pero yo no lo haría, forastero…” (Andrés Ollero).

El discurso de Benedicto XVI a la Asamblea General de las Naciones Unidas, con ocasión del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos , destacó tres propiedades de estos derechos: universalidad, indivisibilidad e interdependencia, y advirtió contra el peligro de debilitarlos con interpretaciones relativistas.

Clemente Ferrer.

¿Volverán los políticos a mentir?

Se ha vuelto una norma de los políticos usar la mentira o el engaño, sobre todo en las campañas electorales para agenciarse los votos. Pero cuando salen electos como “representantes del pueblo” se olvidan de quienes les hicieron posible la codiciada diputación.

Liberales y sandinistas muestran una imagen atractiva para impresionar a sus electores, aprovechándose de la ingenuidad que todavía persiste en las comunidades. Y al final, cuando la diputación es un hecho consumado, unos se van a vivir a Managua y otros mantienen cerradas las puertas de sus casas, o apagan por sus celulares para que no los molesten, y solamente dan el número de su teléfono a personas de confianza. Y cuando se jubilan de forma vitalicia, logran recibir mensualmente la refrescante suma de 1,500 dólares.

Este es el drama que viven el campesino y el obrero de Nicaragua: Vivir en el engaño y la mentira, y siempre tener disposición para que liberales y sandinistas los sigan utilizando.

El credo de estos partidos se ha convertido en un cadáver por culpa de sus dirigentes, que no tienen escrúpulo moral para engañar a sus seguidores que nunca dejan de ejercer el voto en las cruzadas eleccionarias.

Algunos en nuestro medio opinan en su apreciación muy particular, que la política es una “ciencia”, pero en el caso de Nicaragua, donde las ambiciones personales y económicas se han convertido en una gran oferta, la política misma no puede tener ese carisma, porque los que andan involucrados en ella sin haber sido nunca políticos, lo hacen guiados por un interés bastante lucrativo, haciendo a un lado lo que debería interesarles en provecho del pueblo al que dicen representar.

Es preciso y necesario que el campesino y el obrero nicaragüense, en su conjunta expresión, no sigan desperdiciando su autoestima personal, prestándose a los juegos de los políticos modernos que con ciego afán pretenden a todas luces imponer las nuevas paralelas históricas que tanto daño causaron en el pasado, y ahora quieren repetir impidiendo a la democracia su desarrollo.

Hugo Ramón García.

Problemas de agua en Masaya

Desgraciadamente, los ciudadanos de Masaya desde hace unos años hemos tenido problemas con el abastecimiento del agua, y no me explico por qué la empresa Enacal no justifica o al menos informa la razón por la cual el agua se va cuando quiere, sin el respectivo aviso a los usuarios que pagamos por el servicio y merecemos respeto.

Sé que en algunos sectores como Monimbó, San Jerónimo y otros, el agua desde hace algunos años está siendo racionada; pero los pobladores de esos sectores manejan el calendario de abastecimiento del agua.

Vivo en lo que llaman el “centro de Masaya” y en este sector era muy raro que no hubiera agua. Cuando por algún motivo, como mantenimiento u otro, no íbamos a tener el servicio, nos avisaban con anticipación por algún medio de comunicación.

Otro problema que tenemos en Masaya son las numerosas fugas de agua potable, que a pesar que se ven porque el agua corre por varias cunetas de la ciudad, Enacal no hace nada por repararlas.

Yo, consciente de que debemos cuidar los recursos (al menos agua y luz), cuando veo una fuga aviso a Enacal, llamando por teléfono, pero como estos no funcionan para los usuarios, tengo que ir personalmente.

He leído en los periódicos y escuchado en las noticias radiales, que la falta de agua en toda la República es general, y no me explico el porqué. Si es por falta de lluvia (no sigamos talando), recordemos que los árboles, además de oxigenar el ambiente atraen la lluvia; hay ríos, lagos y lagunas que se están secando por el indiscriminado despale que hacen inescrupulosos, con el permiso respectivo de las autoridades competentes, mejor dicho incompetentes de Nicaragua.

Argentina Vega Bolaños.

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