De acuerdo con un reciente informe conjunto entre la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y Cisco, se vislumbra que la llegada y expansión paulatina del internet de las cosas (IoT) tendrá un impacto positivo en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y que sin duda alguna ayudará al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en Naciones Unidas.
Se manifiesta en el informe que se observa la importante influencia positiva que IoT está teniendo ya, en programas de salud, educación y la productividad agrícola de los países en desarrollo, así como su incidencia en la disponibilidad, asequibilidad y adaptabilidad de herramientas que permiten optimizar labores en estas áreas sustantivas para la sociedad.
El tema de disponibilidad pasa por contar con dispositivos IoT, los que ya son habituales, baratos y fáciles de reemplazar. La infraestructura básica para dar soporte a IoT (Wi-Fi, redes móviles, etc.) ya están desplegadas y en proceso de densificación en los diferentes mercados urbanos, pero aún con importantes vacíos de cobertura en las zonas rurales.
Un aspecto importante es que en las especificaciones de la IoT se están integrando parámetros de funcionamiento para condiciones extremas a medida que un número creciente de dispositivos tienen que funcionar en exteriores en diversas condiciones y distintos climas.
En relación a la asequibilidad de los dispositivos IoT, existe la ventaja que los costos de investigación, desarrollo e incluso innovación, están siendo absorbidos por la fuerte demanda en los mercados desarrollados y que los costos de adaptación para mercados emergentes son reducidos.
Una tendencia en los dispositivos de IoT es que están diseñados para ser adaptables. Muchos dispositivos ofrecen una función muy simple de “plug and play” y no se requiere la intervención de técnicos especializados para su instalación, operación y mantenimiento. Su consumo de energía es reducido e incluso se tiene la alternativa de la energía solar, mediante la incorporación de celdas solares pequeñas y de alta eficiencia.
En el informe se enfatiza que la capacidad de interconexión de los dispositivos IoT será la clave para lograr una mayor utilización y en esto la UIT tiene un papel fundamental con sus recomendaciones para la estandarización y por tanto la interconexión e interoperabilidad de los mismos.
Con el fin de acelerar la colaboración mundial para el desarrollo de IoT, el año 2015 el Sector de Normalización de las Telecomunicaciones de la UIT creó una nueva Comisión de Estudio del UIT-T, la Comisión de Estudio 20: IoT y sus aplicaciones, incluidas las ciudades y comunidades inteligentes, encargada de abordar los requisitos de normalización de IoT, con un enfoque inicial en las aplicaciones de IoT en las ciudades inteligentes.
Adicionalmente ha establecido una lista de recomendaciones entre las que se incluye el apoyo de los gobiernos a las empresas de nueva creación en el campo de la alta tecnología, las incubadoras de TIC y los centros de datos locales.
El Informe insta a los gobiernos y a las empresas del mundo en desarrollo a aprovechar la oportunidad de IoT y a elaborar políticas y marcos reglamentarios que creen un entorno propicio para la implantación de la IoT.