Cuatro guardaparques protegen 1.5 kilómetros alrededor del cráter del volcán Cosigüina ante el incremento de depredadores, que tras acabar con la fauna en las faldas pretenden depredar en otros sitios de esta reserva.
Marvin Meléndez, director del área de gestión de riesgo del municipio de El Viejo, se refirió a la preocupación que hay sobre el denominado Mirador de Tres Países, por la presencia de los enemigos del bosque.
Señaló que la ubicación de cuatro guardaparques “nos permitirá el control del área. Vamos a tomar acciones además con la ruta turística que se pretende abrir en cuanto al descenso. Hasta el cráter han escalado turistas internacionales, pero bajar a la laguna solo nacionales son los que toman el riesgo”, indicó Marvin Meléndez.
Precisamente el domingo hubo una alerta con tres cazadores que descendieron con rifles, aniquilaron especies y uno de estos sufrió un desmayo, se conoció de la emergencia y a medianoche se intensificó la búsqueda por el camino de comarca Elena María para rescatarlos a la 1:48 de la madrugada.
Meléndez dijo que descender es difícil en la espléndida laguna verde azulada. Según expertos, descender es cuestión de 45 minutos, pero escalar hasta la cúspide es entre 6 y 7 horas, por lo que el trepador, turista o visitante debe estar bien preparado, saludable y llevar suficiente agua.
“Ese tipo de escala es como un deporte extremo y prácticamente puede darse una muerte. Estas personas entraron a la laguna, abandonaron las especies que mataron, no lograron trasladar la carne porque a uno de ellos se le bajó el potasio y los demás compañeros lo iban sacando hasta cierto punto de la manera que Dios les ayudó”, declaró Marvin Meléndez.
Rumbo a la laguna es el último refugio de la escasa fauna que sobrevive, incluso las diez parejas de guacamaya o lapa roja, emblemáticas, que ahí han quedado.
En la zona del cráter, visitada continuamente por turistas en los últimos dos años, se construyó un mirador en el marco de la Ruta Colonial y de los Volcanes. Los turistas apetecen admirar la flora y la fauna, que ahora es aniquilada.
TAMBIÉN LA FLORA
La tala continúa campante en Cosigüina, que era una reserva natural con variadas especies de árboles y fauna diversa.
El comunitario Guillermo Juárez denunció el despale en la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural del Volcán Cosigüina. “Cien manzanas son despaladas en este momento para alquilar a los maniceros”, refirió.
Mientras, en el complejo volcánico Chonco-San Cristóbal-Casita, los depredadores ingresan desde las comarcas de Rancherías, El Piloto y La Joya para cortar, árboles y extraerlos por trochas.
Rigoberto García denunció la tala continua en la finca Banderas, en las faldas del volcán San Cristóbal, que administra una asociación de comunitarios denominada Fuente Verde; sin embargo sin apoyo del Segundo Comando Militar Regional Occidente es imposible detener la avalancha de depredadores.