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La madre de la Luna

La información sobre ese nuevo estudio acerca del origen de la Luna fue publicada por la revista Science, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, y divulgada en idioma español por el periódico ABC de España.

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Se informa que en un trabajo de investigación científica presentado en la Conferencia de Geoquímica de California, se ha confirmado la hipótesis de que la Luna, nuestro hermoso, esquivo, misterioso e inspirador satélite natural, se formó como consecuencia del choque contra la Tierra, hace unos 4,500 millones de años, de un planeta llamado Theia que tenía el tamaño de Marte.

La información sobre ese nuevo estudio acerca del origen de la Luna fue publicada por la revista Science, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, y divulgada en idioma español por el periódico ABC de España.

En la información de ABC se consigna que la mayoría de los científicos creen que la Luna se formó a partir del impacto contra la Tierra de un cuerpo del tamaño del planeta Marte, al que se le ha dado el nombre de Theia. “La inmensa cantidad de escombros producidos por la colisión (probablemente la mayor de las sufridas por la Tierra en toda su historia) formó una densa nube de residuos alrededor de nuestro mundo que, obedeciendo las leyes de la gravedad, se fueron uniendo hasta dar forma a lo que hoy es nuestro satélite”, se dice en la información.

Los científicos dieron el nombre de Theia a ese planeta que se destruyó al chocar contra la Tierra y cuyos residuos dieron origen a la Luna, por el ser mítico de ese nombre que en la mitología griega es la madre de Selene, la Luna.

Theia, también llamada Tea, Tía y Teia, es una de las seis hijas hembras del Cielo (Urano) y la Tierra (Gea), quienes también tuvieron seis varones. Son los Titanes y las Titánides que junto con sus padres Urano y Gea fueron los dioses que reinaron en el universo antes de que aparecieran las divinidades olímpicas.

Theia se casó con su hermano, el titán Hiperión, y de esa unión nacieron Helios (el Sol), Selene (la Luna) y Eos (la Aurora). En La Teogonía, poema épico en el cual se narra el origen y se explica el linaje de los dioses, el poeta Hesíodo lo dice de la siguiente manera: “Theia, sometida al amor de Hiperión, engendró a Helios, el grande, a la brillante Selene y a Eos que se muestran a todos los que viven sobre la tierra y a los inmortales dioses que habitan el cielo anchuroso”.

Helios era el dios del sol en la época preolímpica. Cuando Zeus destronó a su padre, Cronos, y se hizo dios supremo y estableció su trono y su corte en el Olimpo, los Titanes (entre ellos Helios), se rebelaron contra el dios olímpico y asaltaron el cielo. Pero fueron derrotados y como castigo Zeus los hundió en la profundidad de la Tierra.

Sobre Helios y Selene hay varias leyendas. En una de ellas se cuenta que Helios se ahoga en el río Eridán, y Selene, que lo amaba entrañablemente, se suicida porque no puede resistir el dolor que le causa la muerte de su hermano.

Pero Theia no acepta que su hijo hubiese muerto. Lo busca por todas partes y durante mucho tiempo, hasta que, desolada y vencida por el cansancio se tumba a dormir en una pradera.

Helios se le aparece en sueños a su madre y le dice que no debe preocuparse, que más bien debe alegrarse porque él ha sido admitido en el cielo y fue encargado de conducir el carro de fuego del Sol, que es halado por cuatro hermosos y briosos caballos: Flegonte (Ardiente), Aetón (Resplandeciente), Pirois (Ígneo) y Eoo (Amanecer), nombre este último muy parecido al de su hermana Eos, o sea la Aurora. Y le dice también Helios a su madre, mientras duerme, que Selene igualmente ha sido acogida en el cielo y designada para recorrerlo durante la noche, conduciendo el carro de luz blanca y suave que debe alumbrar la Tierra mientas él reposa.

Según el sacerdote católico y mitólogo mexicano, Ángel María Garibay, la Luna (Selene) “era en el pensamiento de los griegos gran influidora de todos los modos humanos. Influía en la vida orgánica y en especial en la vida sexual”.

Eso era, como ya lo dije, antes de que aparecieran los dioses olímpicos. Cuando estos se apoderaron de los reinos del Cielo, la Tierra y el Inframundo, Apolo y Artemisa, hijos gemelos de Zeus y Leto, pasaron a ser los dioses del Sol y de la Luna.

Pero hasta ahora la Luna sigue inspirando las relaciones amorosas de los amantes, y las parejas, después que se casan se van a disfrutar la luna de miel.

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COMENTARIOS

  1. Edwin Cruz
    Hace 8 años

    Linda historia sobre la luna y la mitologia griega, pero no debe adaptarse a la realidad, fue creada por colisiones entre planetas y escombros.

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