Los cubanos varados en el cantón fronterizo con Nicaragua, La Cruz, en Guanacaste, bajaron el tono de sus reclamos y el enojo contra el gobierno de Costa Rica, luego de conocer la disposición de México para recibir el próximo 9 de febrero a una parte de los migrantes en vuelos directos.
Un día después de que un grupo de ellos protestaron frente a la improvisada oficina migratoria abierta en el parque de La Cruz, por la lentitud de la salida de vuelos y la forma de elección de los grupos familiares; recobraron la calma y se personaron ante las autoridades para iniciar los trámites de viaje; aunque siempre mantienen la desconfianza de que una salida rápida pueda ser efectiva.
“Desde hacía un mes que empezaron las listas de personas para los viajes y aún nada que terminan. El problema es la falta de información de Migración. Esperamos que ahora así sea verdad y no una mentira. Todo parece indicar que sí ya es seguro”, declaró Héctor Peña, un cocinero cubano con casi tres meses de estar varado en Costa Rica.
“Con las noticias que han dado de los vuelos a Laredo creemos que ahora sí podemos viajar, en cualquiera de los vuelos”, añadió Armando Rodríguez Moreira, mientras ingresaba a un negocio en esta comunidad a tomarse las fotos tamaño carnet requeridas por la Dirección General de Migración y Extranjería.
El presidente Luis Guillermo Solís; el canciller, Manuel González; y la directora de Migración, Kathya Rodríguez; confirmaron el acuerdo con México que ayudará a sacar del país a los 4,126 cubanos que aún quedan en los albergues (de casi 8 mil que ingresaron por Panamá a finales del 2015, casi la mitad se ha ido con coyotes por Nicaragua).
México permitirá a partir del 9 de febrero vuelos a los puestos fronterizos con Estados Unidos de Nuevo Laredo, a un costo de 805 dólares para para adultos y 575 para niños; así como Reinosa a un costo de 750 para adultos y 520 dólares para niños.
Ese día partirá el primer vuelo a México con grupos familiares que contengan niños y mujeres embarazadas. Costa Rica, El Salvador, Guatemala y México mantendrán la alternativa por la ruta inicial que movió a 364 cubanos dos vuelos, atravesando por estos últimos tres países.
“Estas dos alternativas permitirá una salida más rápida de Costa Rica más rápido”, dijo el mandatario.
Antes de este acuerdo, los cubanos culparon a Costa Rica de atrasar los vuelos, aunque el acuerdo regional inicial viajando por El Salvador, Guatemala y México estaba sujeto a lo que determinaran estos países.
En el parque de La Cruz, decenas de migrantes albergados en San Ramón, centro de Costa Rica, marcharon por las calles de esta ciudad para demandar prontitud en sus salidas y claridad en las informaciones emanadas por Migración.
En San Ramón y La Cruz los cubanos creen que el gobierno de Costa Rica hace negocios con ellos, al haberles gestionado con colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones, un paquete de viaje con una empresa privada, cuando una tour operadora lo ofreció más barato.
La tensión la elevaron tanto los migrantes cubanos, que provocaron reacciones del canciller González tales como “el objetivo supremo no es que se vayan de Costa Rica, sino que lleguen bien a su destino. Los gobiernos no somos coyotes, combatimos a los coyotes. Cualquier crítica que se haga es por mezquindad”.
Costa Rica ha resentido la asistencia humanitaria prolongada durante tres meses hacia estos migrantes, dado que ha destinado personal a sus atenciones de seguridad, salud, administración de albergues e infraestructura para mantenerlos.
El vicealcalde de La Cruz y presidente local de la Comisión Nacional de Emergencias, Alonso Allen, explicó que la urgencia para que ellos partan pronto no es solo del cantón, sino de las instituciones que los atienden y del gobierno mismo.
Allen explicó que las personas nacionales que colaboran en la administración de los albergues, tenían la esperanza de que al 9 de febrero, fecha del inicio del año escolar, no hubiera cubanos en el cantón.
Aunque hay familias de La Cruz que han albergados en sus casas a parte de los migrantes, les han asistido con ayuda alimentaria y otras; en el pueblo hay quienes resienten la exigencia de los cubanos por salir pronto, las atenciones médicas y el desorden por problemas de convivencia que ocasional algunos en los albergues y en lugares públicos de la comunidad.
“Es cierto que algunos cubanos han incomodado a la comunidad, hay quienes toman en los parques y es prohibido, admito que el cubano toma mucho; fuman en lugares adecuados y hasta hay conflictos con costarricenses por problemas amorosos, algunos han robado en los albergues”, reconoció el migrante cubano Johan Merida.