Pobladores del Caribe sur de Nicaragua pidieron a la Fuerza Naval instalar un puesto de control en la paradisíaca Little Corn Island (Islita del maíz), cerca del lugar donde ocurrió recientemente un naufragio donde fallecieron 12 turistas costarricenses.
La solicitud fue hecha por pobladores de ese lugar, luego que el 23 de enero pasado, en el archipiélago Corn Island, que acoge a la isla, una lancha se volcó en medio de un temporal con 37 personas a bordo, de las cuales 12 murieron y una continúa desaparecida, todas costarricenses.
“La Naval casi nunca visita la isla. La única vez que vinieron fue después del accidente y solo vinieron por un par de días y ya no volvieron”, afirmó a Acan-Efe el locutor de la única radio de la pequeña isla en el mar Caribe sur del país, Thomas Cameron.
A raíz de ese naufragio y por instrucciones del presidente del país, Daniel Ortega, la Fuerza Naval endureció las normas para el transporte acuático y retuvo a decenas de embarcaciones por no cumplir con los requisitos para navegar.
No obstante, los isleños aseguraron que las autoridades de la Naval permanece poco tiempo controlando las embarcaciones turísticas cada vez que llegan o salen de la pequeña isla.
Cameron solicitó a las autoridades mayor comunicación con la población y vigilancia para evitar nuevamente tragedias como la pasada.
“Ellos (la Naval) vienen en su lancha y luego se van. Aquí no notifican nada. Estamos como en el aire, pero cuando surge algo culpan a los lugareños”, dijo por su parte la trabajadora de un restaurante situado frente al muelle de la pequeña isla, Jaqueline Salmerón.
Los pobladores también pidieron a las autoridades enviar una comisión para aclarar puntos y problemas que tiene la población caribeña respecto al tema, comentó a Acan-Efe el poblador del archipiélago de Corn Island, José Valdéz.
Luego del incidente, las autoridades otorgaron el martes pasado una prórroga de seis meses a los propietarios de las embarcaciones, de pesca industrial, artesanal, de carga, de pasajeros y de recreo para que puedan cumplir de manera gradual los requisitos de seguridad solicitados para la navegación.
Los pescadores y dueños de pequeñas embarcaciones de la isla caribeña, además han pedido a las autoridades una prórroga mínima de un año para poder reunir todo lo solicitado por las autoridades para poder equipar las naves.
El naufragio en el fallecieron los 12 turistas costarricenses se produjo luego de que el capitán de la lancha, el nicaragüense Róger Hilario Blandón, “salió de un lugar no habilitado, sin la autorización, zarpe y sondeo de la embarcación”, evadiendo los reglamentos preestablecidos, de acuerdo con la información oficial.
Blandón se declaró culpable de la muerte de 12 turistas costarricenses en el accidente, durante una audiencia judicial, en Managua, de la que se conocerá sentencia el 12 de febrero próximo.
Entre los sobrevivientes se encuentran 16 costarricenses, tres nicarag enses, dos británicos, dos estadounidenses y una brasileña.
Las autoridades continúan la búsqueda del costarricense Leyner Andrés Contreras Murillo, de 13 años, desaparecido en el naufragio.
